“Dios nos ama y nosotros deseamos que Él haga su voluntad en nuestra vida. Pero también hacer que este amor concreto sea visible y comprometido en una vocación de servicio”, agregó el Obispo Auxiliar, durante la Misa realizada el 25 de marzo en la Catedral de Buenos Aires sin la presencia de fieles.
El amor tiene “una dimensión receptiva” desde donde nace una actitud de cuidado y protección de los hermanos y “María tiene esa receptividad” y “para que se cumpla ese maravilloso plan de Dios de la encarnación, para redimir al género humano, debe desplegar un amor receptivo para que Dios obre en Ella y allí pueda confirmar su vocación de amor diciendo ‘que se haga en mí según tu Palabra’”.
“Hoy contemplamos a María y descubrimos esta vocación de amor de la Iglesia en el encuentro con la voluntad de Dios y en el encuentro íntimo con Jesús encarnado, así como en María, Jesús vive en nuestro corazón”.
“De allí nace el compromiso por esta actitud receptiva de cuidar y proteger a nuestros hermanos, en particular hoy el cuidado y protección de toda vida naciente”.
“Pidamos a la Virgen que confirme nuestra vocación de amor, como nota propia y esencial de la vida de los cristianos, de la vida de la Iglesia, y que en esta receptividad y despliegue, podamos construir como María, el Reino de Dios en la historia”, concluyó Mons. Eguía.
La Misa fue celebrada luego del 18º Rosario por la Vida transmitido en forma online y guiado por el rector de la Catedral de Buenos Aires, P. Alejandro Russo.
El sacerdote alentó a que desde las casas y en comunión con otras comunidades a lo largo del país rezaran unidos para ayudar a “construir, valorar y defender la vida. Esa vida que va desde el seno materno hasta la muerte natural”, dijo.
Con el Santísimo expuesto, se realizó la oración del Santo Rosario y luego la bendición a los fieles que acompañaron la actividad en forma online.
En tanto, en el marco de la misma celebración, la ola celeste saldrá a las calles el sábado 27 de marzo para participar en la 6º Marcha por la Vida.
A través del lema “Jugate por la vida” los ciudadanos alzaran la voz por los inocentes que mueren en el vientre de sus madres debido a la ley del aborto aprobada el 30 de diciembre de 2020.
"Es preferible morir luchando en la defensa del niño por nacer, de la familia y de la Patria, a quedarse en casa pensando que está todo perdido y que ya nada se puede hacer", alienta en la convocatoria.
"El 27M marchamos por la derogación de la ley de aborto, por nuestros agentes de la salud, los maestros y por los abogados", agrega.
La actividad en Buenos Aires comenzará a las 2:00 p.m. en Plaza Italia y contará con una feria informativa de las organizaciones provida existentes.
Los participantes deben seguir las medidas sanitarias de distancia física, uso de barbijo y alcohol gel para evitar la propagación del coronavirus.
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Día del niño por nacer en Chile y BoliviaEn el frontis del cementerio general en Santiago de Chile y a unos metros del Hospital José Joaquín Aguirre, donde se realizan abortos, la Pastoral de Vida de la Parroquia San Alberto Hurtado extendió cientos de piecitos de bebés azules y rosados impresos en un cartón.
Christel Felmer, manifestó que quisieron recordar a los 1800 niños que han muerto debido a la ley del aborto por las tres causales en el país.
#DiadelNiñoqueEstaPorNacer #DiaDeDarXLas2Vidas #SalvemosLas2Vidas Apoyemos Realmente a la mujer 💙💙💙 pic.twitter.com/jnjC4I1Rfb
— Christel Felmer Candidata Concejal San Miguel (@cfelmerv) March 25, 2021
A su turno, la Plataforma por la Vida y la Familia de Bolivia organizó una marcha virtual bajo el lema “Vida, verdad y vida” en la que participó Lourdes Varela, directora Iberoamericana de 40 días por la Vida.
En la ocasión, Mons. Arturo Bialasik, Obispo de Oruro y presidente de la Fundación Vida y Familia, manifestó que “el aborto es un crimen más cruel y cobarde que el ser humano puede cometer”.
“La nación que permite la legalización de la masacre de los niños inocentes en los vientres de sus madres, pierde el favor de Dios y tendrá que pasar por muchas tribulaciones incluyendo desastres naturales y económicos o aun la guerra”.
“San Juan Pablo II dijo que la nación que mata a sus propios hijos es una nación sin futuro. La aceptación social del aborto es la gran vergüenza de estos tiempos que vivimos”, agregó.
“No nos engañemos que el único camino seguro para la madre y los hijos es optar por la vida de los dos”. La vida es la gracia máxima que recibimos a Dios por lo tanto hay que protegerla en todas sus etapas”, afirmó Mons. Bialasik.
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