La policía local cree que los dos atacantes eran parte de un grupo musulmán afiliado al Estado Islámico o ISIS, de nombre Jamaah Ansharut Daulah (JAD).
El Arzobispo de Jakarta, Cardenal Suharyo Hardjoatmodjo, dijo a CNA, agencia en inglés del Grupo ACI, que los heridos están hospitalizados y se están recuperando.
El Purpurado dijo este lunes 29 de marzo que el ataque al comenzar la Semana Santa “nos ha golpeado a todos en Indonesia, no solo a los católicos”, y destacó que “líderes de todas las comunidades religiosas han condenado la brutal violencia”.
“Después del ataque suicida, el Gobierno nos ha asegurado a los católicos y cristianos en general que los servicios de Semana Santa pueden realizarse según lo planificado, con una garantía de seguridad del Gobierno”, dijo el Cardenal Suharyo.
“Todos rezamos para que podamos celebrar la Semana Santa en paz y que todos los indonesios, no solo los católicos, experimenten la paz que Jesucristo nos trae”.
La Comisión de Asuntos Ecuménicos e Interreligiosos de la Conferencia Episcopal de Indonesia emitió una declaración firmada por Mons. Yohanes Harun Yuwono, Obispo de Tanjungkarang.
“El ataque suicida no es solo una preocupación para los católicos sino para toda la nación y el estado de Indonesia”, dijo el Prelado en la declaración publicada por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
“Condenamos enérgicamente el ataque suicida que desgracia la dignidad humana, destruye los valores de la humanidad y que se añade a la larga lista de incidentes terroristas en la nación que amamos”.
En Indonesia está la sede del movimiento Nahdlatul Ulama, la más grande organización islámica independiente que busca crear un marco para un “islam humanitario” que rechaza los conceptos de califato, ley sharia (la ley religiosa musulmana usada en la ley civil) y “kafir”, que quiere decir “infieles”, como muchos musulmanes llaman a los no musulmanes.
Hodri Ariev, uno de los líderes en Indonesia de Nahdlatul Ulama, dijo a CNA que “eliminar la teología detrás de este atentado requiere un esfuerzo serio y la cooperación entre los ulama (expertos islámicos) y el Gobierno” en Indonesia, el país que más musulmanes tiene en el mundo.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, tambien condenó los “actos de terrorismo” y dijo que ha ordenado a la policía “investigar las redes de los perpetradores y ubicar las redes hasta sus raíces”.
“Invito a todos los miembros de la sociedad a luchar juntos contra el terrorismo y el radicalismo que son contrarios a nuestros valores religiosos y a nuestros nobles valores como nación que sostiene los valores divinos y los de la diversidad”, indicó el mandatario en una declaración en el palacio presidencial de Bogor.
El presidente también ofreció pagar la atención médica para las víctimas y animó a la ciudadanía a no dejar de ir a los lugares de culto.
El ataque ocurrió en la catedral católica de Makassar, capital de la provincia de Sulawesi, mientras los fieles salían del templo.
El P. Wilhelmus Tulak, que presidió la Misa de Domingo de Ramos, dijo que la explosión ocurrió alrededor de las 10:30 a.m. (hora local).
Antes de la explosión, un hombre y una mujer intentaron ingresar en motocicleta por una de las entradas del recinto pero fueron impedidos por los guardias de seguridad.
Makassar es el quinto centro urbano más grande en Indonesia. El país tiene unos 270 millones de habitantes, de los cuales 27 millones son cristianos. De estos, alrededor de ocho millones son católicos.
Diversos líderes católicos en el mundo expresaron su pesar por el atentado. El Arzobispo Eric de Moulins-Beautfort, presidente de la Conferencia Episcopal Francesa, dijo que los católicos del país europeo se unen en oración a los fieles de Indonesia.
Desde el Vaticano, el Papa Francisco también elevó sus oraciones por los afectados
Alessandro Monteduro, director de ACN en Italia, pidió a los países donde los cristianos son perseguidos que aumenten las medidas de seguridad en Semana Santa y Pascua.
“El calendario de terror sigue alineado con el litúrgico”, dijo Monteduro.
“Esperamos que las fuerzas policiales de las naciones en las que estos grupos extremistas islámicos están activos, aumenten las medidas de seguridad para garantizar a los fieles una pacífica participación en las celebraciones de Semana Santa y Pascua”, agregó.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA
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