El incendio en el hospital Ibn Khatib, en la capital iraquí, ocurrió en la noche del sábado 24 de abril. Esta tragedia ha ocasionado hasta el momento 90 personas fallecidas y más de 100 heridos, muchos de ellos, en condiciones graves.
Según informó la prensa local, entre los pacientes fallecidos, muchos estaban en terapia intensiva conectados a respiradores, y otros murieron asfixiados por el humo.
Ante esto, el Cardenal Sako relató a Vatican News que “puso a disposición de las familias de las víctimas 10.000 dólares, explicando que es solo un signo de cercanía, un símbolo de la atención de la Iglesia”.
El Purpurado iraquí indicó que se trata “de una tragedia especialmente impactante, por el elevado número de muertos y también porque se produjo en un hospital, un lugar al que la gente acude para recibir tratamiento” y relató que la población experimenta, dolor, consternación y una grave decepción por las malas condiciones de las estructuras sanitarias por lo que concluyó que “es una tragedia que ocasiona tristeza a la gente y hace que se cuestionen las responsabilidades”.
Además, el Patriarca iraquí recordó las palabras de cercanía que expresó el Papa Francisco después del rezo del Regina Coeli ante los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
El Cardenal Sako subrayó la importancia del apoyo del Santo Padre con la oración y la cercanía que hace que la gente recuerde la visita papal en marzo de 2021. De este viaje histórico, el Purpurado dijo que la población recuerda del Papa “su sencillez, humildad y amor” y los “mensajes muy profundos” que muestran la solidaridad del Papa.
En las últimas horas, algunas personas se han manifestado por el incendio en el hospital de Bagdad, mientras que el primer ministro de Irak, Mustafa Al Khademi, solicitó una investigación por este “crimen” para determinar la responsabilidad de todas las “negligencias” y declaró tres días de luto nacional.
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