El Santuario modernista dedicado a la Virgen de Montserrat en Montferri (Tarragona) tardó 74 años en construirse gracias a la financiación y colaboración de los habitantes de este pequeño pueblo catalán
El municipio de Montferri, de unos 400 habitantes, está coronado por un impresionante Santuario dedicado a la Virgen de Montserrat, situado en una de las colinas cercanas y rodeado de campos de viñedos. Este edificio modernista forma parte del Patrimonio artístico de la zona y es un Bien Cultural de Interés local.
De hecho, fue ideado por Josep Mª Jujol , quien fue durante años discípulo del genial arquitecto Antonio Gaudí, quien proyectó la Sagrada Familia en Barcelona. En ocasiones se suele comparar a este pequeño santuario de Montferri, con la famosa basílica barcelonesa. Se le conoce como la “desconocida”, la “pequeña” o “la otra” Sagrada Familia.
Origen del Santuari
A principios del siglo XX, los habitantes del pueblo, en su inmensa mayoría dedicados a las labores del campo y en especial al cultivo de la viña, peregrinaban después de la vendimia al Santuario de la Virgen de Montserrat.
Allí agradecían a la Virgen la cosecha del año y realizaban una romería en honor a la Virgen “Moreneta”, como se conoce a esta imagen por el color oscuro de la talla.
Sin embargo, el viaje en aquellos tiempos era largo y pesado, aunque la distancia era solo de unos 100 kilómetros. Así que un jesuita, hijo de Montferri, Daniel Vives, con la idea de acercar la Virgen a su pueblo, se planteó la idea de construir un santuario en una pequeña colina, cuyo terreno era propiedad de su hermano.
El religioso contactó con el arquitecto Josep Mª Jujol, por aquel entonces colaborador de Gaudí, y le encargó el diseño de una pequeña iglesia que cobijara a la Virgen.
Todo el pueblo se volcó con la idea y colaboraron de manera desinteresada, unos realizando donativos para sufragar su construcción y otros participando activamente en la elaboración de material: a partir de moldes de madera elaboraban los ladrillos mezclando grava del cercano río Gaià con cemento.
74 años entre la primera y última piedra
De esta forma, el 15 de noviembre de 1925 se colocó la primera piedra del edificio. Sin embargo, solo 6 años después, en 1931 las obras se paralizaron, por falta de fondos y por la inestabilidad política de la época, que culminó con el inicio de la Guerra Civil española en 1936. A causa de esta guerra, la estructura del edificio quedó dañada y prácticamente quedó todo destruido.
Así que la construcción del edificio quedó paralizada durante décadas, hasta que en 1984 se retomó su construcción de nuevo, gracias a la dirección de Joan Bassegoda Nonell. Finalmente, el Santuario fue inaugurado en 1999.
Aquí algunas maravillosas imágenes (Galería)
Inspirado en las montañas de Montserrat
Una de las curiosidades del edificio es su forma, ya que, el arquitecto Jujol tomó como referencia la imagen de las montañas de Montserrat a las que quería recordar en su construcción. De esta manera se aprecian esas formas redondeadas, típicas de Montserrat, en una parte de su fachada.
Además, siguiendo el estilo modernista, el recinto se proyectó utilizando arcos parabólicos o catenarios, sin uso de paredes interiores y su forma es poligonal. Jujol ideó el edificio como un barco orientado a Montserrat en lo alto de la colina, visible desde el pueblo.
La construcción en general es muy atrevida, por que dispone de poca base, pero tiene mucha altura, ya que la flecha central, coronada por la cruz, tiene 27 metros de altura.
En su interior, la luz entra por las coloridas vidrieras que adornan sus muros exteriores y el camarín de la Virgen está dispuesto como en Montserrat: con una escalera a la derecha y a la izquierda para subir y bajar a venerar a la Moreneta.
En definitiva, nos encontramos ante una de las joyas modernistas más ocultas y desconocidas del territorio catalán, que vale la pena visitar si viajamos por la zona.
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