Muchos de nosotros hemos pasado la pandemia aislados de amigos y familiares. De hecho, el pequeño Benjamin Olson, de dos años solamente tenía como compañía a su familia inmediata, hasta que entabló una amistad con su vecina de casi cien años.
Ambos, residentes en Minnesota (EE.UU.), se hicieron amigos a lo largo de este periodo de tiempo tan particular.
La nonagenaria, Mary O’Neill, empezó por saludar con la mano al pequeño desde su ventana. Luego, empezó a salir al exterior a decirle “hola”.
Pronto, la pareja desarrolló un estrecho vínculo. “Benjamin me hace compañía”, compartió O’Neill, que perdió a su marido hace 37 años.
«Me hace sentir bien»
Según la anciana, ambos siguen sentándose en un escalón y soplan pompas de jabón juntos cuando el clima lo permite.
“A veces, se levanta a buscar un trozo de arena o de roca y me lo ofrece como regalo. Me hace sentir bien”, explicó la mujer al diario Today.
Esta deliciosa amistad ha aportado muchísimo a la pareja. Incluso crearon un deporte nuevo que llaman “balón-bastón” en el que Benjamin patea una pelota hacia Mary y ella se la devuelve golpeándola con su bastón.
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