"No te preocupes por lo que tienes, sino por lo que eres": la sabiduría de un papa extraordinario
San Gregorio Magno fue uno de los grandes Padres de la Iglesia y uno de los cuatro doctores de Occidente.
Fue el primer monje en ser elegido papa, por los sacerdotes y el pueblo, el día 3 de septiembre del 590.
A pesar de su mala salud, desarrolló una actividad intensa en el gobierno de la Iglesia, defendió la supremacía del Papa y trabajó por la reforma del clero y la vida monástica.
Autor y legislador en el campo de la liturgia y el canto sagrado, a él se debe la creación del «canto gregoriano».
Elaboró un Sacramentario que lleva su nombre y constituye el núcleo fundamental del Misal Romano.
Dejó escritos de carácter pastoral, moral, espiritual, y magnánimas homilías que formaron generaciones enteras de cristianos, especialmente en la Edad Media.
El Papa Benedicto XVI, en su audiencia general del 28 de mayo del 2008, refiriéndose a San Gregorio Magno, dijo:
«En un tiempo desastroso, más aún, desesperado, supo crear paz y dar esperanza. Este hombre de Dios nos muestra dónde están las verdaderas fuentes de la paz y de dónde viene la verdadera esperanza; así se convierte en guía también para nosotros hoy».
Gracias a este, su extraordinario trabajo y dedicación por la Iglesia, le valió el título de magno, «El Grande».
Te compartimos algunas de sus frases, tomadas casi todas de sus homilías:
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