Sacerdote advierte a sus pares sobre las tentaciones: El diablo quiere que caigamos todos

, 06 Sep. 21 (ACI Prensa).- En medio de la polémica por informaciones sobre la razón de la renuncia de Mons. Xavier Novell como Obispo de Solsona (España), un sacerdote advirtió a sus pares sobre las tentaciones: “El diablo no cejará hasta que caigamos todos”.

A través de Twitter, el P. José María Pérez Chaves, sacerdote del Arzobispado Castrense de España, señaló a sus pares que “lo del exobispo Novell es una advertencia para nosotros: ninguno nos libramos de la tentación, y si nos descuidamos, incluso podemos caer en ella”.

Hermanos sacerdotes, lo del exobispo Novell es una advertencia para nosotros: ninguno nos libramos de la tentación, y si nos descuidamos, incluso podemos caer en ella. Recemos por él... y reforcemos nuestras defensas, porque el diablo no cejará hasta que caigamos todos

— P. José María ✞ (@paterjm) September 6, 2021

“Recemos por él... y reforcemos nuestras defensas, porque el diablo no cejará hasta que caigamos todos”, añadió.

El Papa Francisco aceptó la renuncia de Mons. Xavier Novell el 23 de agosto. De acuerdo a la Diócesis de Solsona, su decisión se debió “por motivos personales”.

Diversos medios de comunicación españoles han especulado en las últimas semanas sobre las razones de la renuncia de Mons. Novell, apuntando a una relación sentimental con una escritora de libros eróticos.

El Obispado de Solsona reiteró este 6 de septiembre que “la decisión tomada por dicho obispo emérito obedece a ‘razones estrictamente personales’ y, por tanto, la corroboración, o no, de estas informaciones pertenecen a su estricto ámbito personal”.

“La Iglesia diocesana, en comunión con su Administrador Apostólico, Mons. Romà Casanova Casanova, continúa rezando por el obispo con toda la esperanza puesta en el Señor”, concluyó.

Respondiendo a quien le señaló que también los feligreses pueden caer en las tentaciones del diablo, el P. Pérez Chaves indicó que “por supuesto. Pero cuando cae un sacerdote, muchos otros lo siguen: si el jefe muere, los soldados (=feligreses) se dispersan”.

“Por eso tenéis que redoblar vuestra oración por nosotros”, expresó.

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