Rossier proviene del cantón de Vaud (Suiza) y se desempeñó como alabardero en la Guardia Suiza de 2012 a 2014. Desde 2019 es presidente de la asociación “Lemania”, en la que se han reunido antiguos guardias suizos de la Suiza francófona.
Después de servir en la Guardia en el Vaticano, Rossier estuvo en el ejército suizo, más recientemente como comandante de compañía. Después de trabajar para un servicio de seguridad privada, pasó a la policía de Vaud, donde trabajó como inspector de policía criminal hasta hace poco.
Como vicecomandante, Rossier es un empleado directo del comandante, el coronel Christoph Graf, y asume el mando en su ausencia. Actúa como jefe de gabinete, dirige el sistema disciplinario y acompaña al Papa como guardaespaldas en el Vaticano, Italia y en los viajes apostólicos.
La Guardia Suiza Pontificia fue establecida por el Papa Julio II en 1506 para su protección personal. El bautismo de fuego de los protectores del Pontífice se realizó el 6 de mayo de 1527 durante el saqueo de Roma.
El día de su bautizo, 147 de los 189 guardias murieron luchando contra las tropas del Emperador Carlos V para permitir al Papa Clemente escapar, escoltado por los guardias suizos restantes. En memoria de ese día, los guardias juran todos los años defender al Santo Padre hasta dar su propia vida.
Este ejército, conformado por más de 100 soldados, tiene la responsabilidad de velar por la seguridad del Papa, acompañarlo en sus viajes y proteger al Colegio Cardenalicio cuando la Sede Apostólica está vacante.También controlan las entradas en el Vaticano y están encargados de algunos servicios de honor en audiencias, recepciones y Misas.
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