“Envío a los jugadores, aficionados y espectadores que siguen, desde los distintos continentes, el Campeonato Mundial de Fútbol que se está disputando en Qatar”.
El Santo Padre pidió que “este importante acontecimiento sea una ocasión de encuentro y armonía entre las naciones, fomentando la fraternidad y la paz entre los Pueblos”.
Cabe destacar que los católicos que visiten Qatar con motivo de la Copa del Mundo de 2022 podrían enfrentarse a algunas restricciones debido a que Qatar es una nación de mayoría musulmana, y ciertos comportamientos pueden considerarse una ofensa al islam.
El Código Penal de Qatar impone una serie de castigos a quienes de algún modo ofendan sus sentimientos religiosos.
Según indica la ley de este país, enfrentará una pena de hasta 7 años de cárcel aquella persona que “insulte al Ser Supremo en letra y espíritu, por escrito, dibujando, gesticulando o de cualquier otra forma”.
Similar pena enfrentaría aquel que, según las autoridades de Qatar, “ofenda, malinterprete o viole el Sagrado Corán” u “ofenda la religión islámica o alguno de sus ritos”.
Los musulmanes consideran al cristianismo y al judaísmo como “religiones divinas”. Sin embargo, el Código Penal de Qatar establece en su artículo 257 una pena de hasta 10 años de prisión para quien dirija una organización "que invoque, favorezca o promueva otra religión" distinta del islam.
Publicar un comentario