La Diócesis ha comunicado el suceso a través de un comunicado en el que especifica que la capilla del hospital está siempre abierta “por deseo expreso de los capellanes, en respuesta a las peticiones de enfermos y familiares”.
Ante lo sucedido, el Obispado ha puesto en conocimiento de la Guardia Civil los “lamentables hechos”. El Instituto Armado ha puesto en marcha una investigación.
La Diócesis ha manifestado su “tristeza, consternación y condena” por lo sucedido.
También ha respaldado “el servicio abnegado y la presencia sanadora de los capellanes hospitalarios, con quienes de forma regular el obispo diocesano visita a los enfermos”.
Precisamente, Mons. Ángel Javier Pérez Pueyo, había acudido al hospital para acercarse a los enfermos y felicitar la Navidad a los ingresados en la tarde del día 24 de diciembre.
Por último, el Obispado se muestra agradecido por las muestras de apoyo recibidas y anuncia “la celebración de un acto de desagravio” presidido por Mons. Pérez con el objeto de “reparar esta acción sacrílega”.
El acto de reparación eucarística queda pendiente de concretar su fecha y lugar.
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