En declaraciones a la prensa, recogidas por Vatican News, tras su intervención en el Senado italiano con motivo de la presentación del libro “Giorgio la Pira: los capítulos de una vida”, el Purpurado lamentó que “hasta la fecha no se dan muchas condiciones para el diálogo y no se ven avances”.
Asimismo, reiteró que “el Vaticano siempre está dispuesto a ofrecer una mesa de encuentro entre las partes por la paz”.
El Cardenal Parolin explicó la necesidad de continuar intentándolo “a pesar de que hasta ahora por la paz en Ucrania no hay avances, ni destellos de esperanza para una mediación”.
“Estamos disponibles, lo hemos dicho desde el principio. Creemos que el Vaticano puede ser un terreno adecuado”, aseguró el Cardenal.
También recordó que desde la Santa Sede se ha intentado “ofrecer una oportunidad de encuentro a todos y, al mismo tiempo, mantener un equilibrio. ¿Lo hemos conseguido? Es difícil saberlo”.
“La voluntad es ofrecer un espacio donde las partes puedan reunirse e iniciar un diálogo, sin condiciones previas. Les corresponde a ellos determinar la metodología de trabajo y dar contenidos, pero nosotros estamos disponibles", añadió.
En esta línea, explicó que “actualmente, como he visto esta mañana en los medios de comunicación, no se dan muchas condiciones para dialogar”.
“Pero debemos continuar, esperando contra toda esperanza, porque la guerra debe terminar por muchas razones, especialmente por el sufrimiento que está causando en Ucrania entre la población civil, que vivirá una Navidad verdaderamente dramática”, lamentó.
Más tarde, señaló que esta paz “costará un gran precio” y aclaró que “la paz es obra de la justicia”.
Preguntado por la emoción del Papa ante la Virgen Inmaculada el pasado 8 de diciembre, el Cardenal Parolin afirmó que “fue un gesto fuerte, mucha gente dijo que estaba muy, muy tocada por la emoción del Santo Padre”.
“Fue algo apreciado y profundamente sentido, ver al Papa conmoverse por lo que está sucediendo. ¿Conseguirá abrir brecha? Eso esperamos, a veces las lágrimas pueden derretir hasta los corazones más endurecidos. Pero hasta ahora no vemos ningún avance digno de mención", señaló.
Por último, dijo que desde el Vaticano “nosotros intentamos llevar a cabo iniciativas que puedan conducir a la paz, pero siempre dependen de la voluntad de las partes de terminar. Sin ella, no se logrará construir, a pesar de los esfuerzos y los intentos”.
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