Ofreciendo estas peticiones, buscan que los fieles puedan poner anhelos en común, como el “bienestar, respeto, dignidad” y el servicio a los demás, en vías de “la construcción de una mejor sociedad”.
Las intenciones fueron publicadas en el Ordo Litúrgico Pastoral 2023, y se invita a las comunidades a que las tengan presentes en sus oraciones durante el año.
En enero, rezarán para que todos los chilenos “aprendamos a acoger a toda persona que llegue a nuestra tierra y querer su legítimo crecimiento y bienestar”.
La oración de febrero estará dedicada a la vida consagrada, para que su testimonio "sea fuente de fecundidad evangélica y semilla de nuevas vocaciones a la vida consagrada, religiosa y secular”.
El tercer mes, marzo, la intención es por las mujeres, para que “crezca en todos el respeto y valoración de toda mujer, tanto en la Iglesia como en la sociedad. Que el buen trato hacia ellas genere una nueva forma de vivir las relaciones humanas”.
En abril, Chile rezará por la Iglesia, pidiendo “que al celebrar los misterios centrales de la fe, se fortalezca la centralidad de Jesucristo en cada cristiano y cada uno sea signo creíble del amor de Jesucristo”.
La oración de mayo centrará la mirada sobre los trabajadores, rogando que “tengan un empleo digno y estable y el trabajo les haga crecer en consciencia de ser cooperadores en la obra de Dios”.
La sexta intención del año, en junio, será por los sacerdotes, para que sean animados por el espíritu del Buen Pastor y “que a cada persona no le falte el pan de la Palabra, el pan de la esperanza, el pan de la verdad, pronunciada y testimoniada por los sacerdotes”.
El mes de julio se rezará por los adultos mayores. Pedirán “que las nuevas generaciones no pierdan la memoria de la que son portadores los adultos mayores y crezcamos en el respeto y a valorarlos de cada uno de ellos”.
En agosto, la intención de oración son los jóvenes, para que el testimonio de San Alberto Hurtado “y de tantas personas, laicas y consagradas, anime a todos, especialmente a los jóvenes, a entregarse al Señor en servicio a sus hermanos”.
El siguiente mes, septiembre, se rezará por la patria, pidiendo “que todos nos preocupemos de buscar y trabajar honestamente para hacer de Chile un verdadero país de hermanos donde cada uno tenga ‘pan, respeto y alegría’”.
La intención de octubre son las familias. Elevarán sus oraciones para que “cada hogar familiar sea un lugar de encuentro, una escuela de la fe y un taller de crecimiento fraterno”.
Las comunidades cristianas estarán en el centro de la oración de noviembre, pidiendo la especial intercesión de María en para que “nos ayude a crecer en fidelidad al seguimiento de su Hijo y a llevarlo a todas las periferias de nuestra sociedad”.
La última petición del año será por el mundo entero: “Que las fiestas navideñas nos enseñen a encontrarnos como hijos de un mismo Padre y reconstruir la unidad en nuestro país y en todo el mundo”, es la intención de la Iglesia en Chile.
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