A sus 35 años, Lionel Messi jugó su quinto Mundial con la camiseta de Argentina y se convirtió en campeón del mundo al vencer este domingo a Francia.
Considerado uno de los mejores jugadores del mundo, hasta ayer Messi llevaba 40 títulos ganados, 34 con el FC Barcelona de España, dos con el Paris Saint Germain (PSG) y cuatro con la Selección Argentina. A su carrera, según sus propias palabras, “le faltaba esto”, ser Campeón del Mundo con su país.
En 2014, la selección de la que es capitán llegó a la final en el Mundial de Brasil, donde cayó ante Alemania. En Rusia 2018, Argentina quedó afuera de la competencia en octavos de final.
Fue precisamente en ese Mundial en el que hizo especial promesa a la Virgen.
En una entrevista desde Moscú con el periodista argentino Martín Arévalo, Messi fue desafiado por el reportero a caminar “a Luján o a San Nicolás”, dos de los santuarios más importantes de la Argentina, si el equipo salía campeón.
En Luján se encuentra el Santuario Nacional dedicado a la Patrona de los Argentinos, que cada año atrae a millones de peregrinos.
En San Nicolás, ciudad cercana a Rosario, cuna de Lionel Messi, se encuentra el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás, que tiene una historia de apariciones marianas que comenzaron en 1983 con mensajes de la Virgen a la señora Gladys Motta.
Las apariciones fueron aprobadas por la Iglesia Católica el 22 de mayo de 2016, mediante un decreto firmado por el entonces Obispo de San Nicolás, Mons. Héctor Cardelli.
En la entrevista de 2018, Messi optó por prometer que iba a caminar a San Nicolás, estrechando su mano con el periodista en señal de compromiso.
Durante su carrera, Messi se ha mostrado cercano a Dios y una persona creyente. Tras ganar la Copa del Mundo, sus declaraciones a la prensa no omitieron el papel que le atribuye al Señor en el triunfo: “Sabía que Dios me lo iba a regalar, presentía que iba a ser esta”, dijo a la cadena TyC Sports.
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