La movilización fue promovida por la Federación Portuguesa por la Vida, que en un comunicado previo a la marcha denunció que en el país “la eutanasia es más discutida que el derecho a los cuidados paliativos”.
La Marcha por la Vida tuvo lugar en ciudades como Lisboa, Oporto, Braga, Aveiro, Évora, Coimbra, Funchal y Santarém, entre otras.
El 9 de diciembre de 2022 la Asamblea de la República aprobó la ley que regula la eutanasia, luego esta pasó al presidente Marcelo Rebelo de Sousa, quien la envió a consideración del Tribunal Constitucional.
En enero de este año, el Tribunal declaró inconstitucional la ley. En su fallo señaló que se generó “una incertidumbre intolerable en cuanto al ámbito exacto de aplicación de la nueva ley”.
Como la ley hablaba de sufrimiento “físico, psíquico y espiritual”, interconectados por la conjunción “y”, esto podía generar “interpretaciones antagónicas” y las tres características podían considerarse “acumulativas o individualmente”, afirmó.
Caminhada pela Vida
Esta tarde em Lisboa. pic.twitter.com/cfBXr3zyTn
Con la decisión del TC, Rebelo de Sousa vetó la ley. Sin embargo, el 15 de marzo los líderes de cuatro partidos anunciaron que el nuevo texto sobre la legalización de la eutanasia en Portugal será discutido y votado en el Parlamento el 31 de marzo.
El nuevo texto es trabajado por los partidos Iniciativa Liberal, Bloque de Izquierda, Pueblo-Animales-Naturaleza y el Partido Socialista.
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