El encuentro reunió a grandes referentes (eclesiales y laicales) en el manejo y la prevención de casos de abusos en menores de edad
Tras dos años de afectación por la pandemia del Covid-19, la capital de Paraguay, Asunción, fue sede del II Congreso Latinoamericano organizado por el Centro de Protección de Menores, (Ceprome). Fue ahí donde expertos en la materia expusieron sobre las claves para atender, informar y comunicar sobre los casos de abusos sexuales en menores.
Líderes eclesiales, la sociedad civil, representantes religiosos y laicos, en general, se reunieron en uno de los salones del Hotel Excélsior de Asunción para hablar sobre prevención movilizar acciones para una mejor protección de los menores en Latinoamérica.
El objetivo principal de la actividad fue brindar herramientas para una gestión eficaz en los casos de abuso sexual.
Una Iglesia herida y lastimada
El presbítero Daniel Portillo Trevizo, director del Ceprome Latinoamericano, en su discurso inicial, señaló que la serie de actos transgresivos son para la Iglesia, un doloroso aprendizaje, que evidencia el olvido del Evangelio y el hecho de que no fue capaz de vislumbrar el riesgo, ni escuchar el clamor de las víctimas.
El titular del Ceprone indicó que los católicos son llamados a pertenecer a esta Iglesia, herida y lastimada por los abusos cometidos al interior de ella, pero comprometidos «para que el pasado no represente una añoranza enfermiza, sino que el futuro de la Iglesia se presente cada vez más rico de promesas y de esperanzas».
«Quienes formamos parte de la Iglesia somos conscientes de que los abusos dentro de nuestras paredes nos han hecho más humildes, nos han sumergido en una lógica penitente por los horrores del pasado –y, quizás del presente-, nos han motivado a pedir perdón con el corazón contrito y a tener el coraje de asumir cualquier penitencia institucional, consecuencia de estos crímenes», señaló.
Asimismo, el presbítero pidió que los fieles «no se cansen de luchar por generar ambientes sanos y seguros para nuestra Iglesia, aunque la jerarquía misma pudiera no estar convencida».
«Escuchar, atender y comunicarnos con las víctimas es abrir una página del Evangelio, una Buena Nueva, una manera en cómo Dios se nos revela continuamente. Sin el evangelio del buen trato, nuestra práctica religiosa resulta hipócrita y cosmética», concluyó.
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Avances en América Latina
Por su parte, el cardenal Seán Patrick O´Malley, arzobispo de Boston, EEUU, dijo que la lucha contra los abusos en la Iglesia representa, hasta este momento, un progresivo esfuerzo de casi cuarenta años.
El cardenal norteamericano expuso que dentro de la Iglesia hay víctimas y agresores; encubridores y descubridores; traumas y curaciones. Al mismo tiempo, aseguró que, la prevención en la Iglesia de América Latina es más que la implementación de un código de conducta, de un protocolo de prevención que fije su atención en las conductas sexuales.
El cardenal de Boston recordó que el papado de Benedicto XVI adquirió una fuerte relevancia por su capacidad para enfrentar los abusos sexuales de menores por parte de los sacerdotes.
«Benedicto XVI inició el acercamiento a las víctimas, no sólo en sus discursos, sino también a base de los encuentros personales. En 2008 en la capilla de la Nunciatura de los Estados Unidos de América y en el mismo año, repitió el mismo gesto en Australia. Y en el 2010, en Malta», recordó.
Por otro lado, el cardenal de Boston dijo que «Francisco se ha convertido, en el primer Papa de la era moderna en adoptar disposiciones contra uno de los mayores males relacionados con el abuso de menores dentro de la Iglesia: el encubrimiento».
«Somos conscientes de que aún hay mucho por hacer, pero estamos dispuestos a hacerlo. No queremos centralizar la prevención, buscamos consolidar una cultura de cuidado, responsabilidad dentro de la Iglesia”, mencionó el cardenal de Boston.
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Cardenal paraguayo pide que la Iglesia sea un «lugar seguro»
Durante su intervención de bienvenida, el cardenal y arzobispo de Asunción, Adalberto Martínez, aseguró que el hecho de que el Paraguay sea sede del II Congreso Latinoamericano «es un privilegio y una gran responsabilidad» para la Iglesia paraguaya.
«Los aprendizajes de estos días deben traducirse en mayor toma de conciencia, compromiso y acciones para que todas las instituciones de la Iglesia sean lugares y ámbitos seguros para quienes tienen relación con ellas, en especial las niñas, los niños, los adolescentes y personas vulnerables», dijo.
Asimismo, Martínez dijo que la violencia intrafamiliar generalmente termina en alguna tragedia, sobre todo en los hechos de feminicidio y en abusos contra menores y personas vulnerables.
«El tema de cómo tratar y comunicar los abusos sexuales en los ámbitos eclesiales, que es nuestra directa competencia y responsabilidad, es delicado y complejo, razón por la cual necesitamos estos espacios calificados de formación», subrayó.
El cardenal paraguayo enfatizó en la necesidad de resaltar que el abuso sexual es consecuencia de varios factores. «No podemos ni debemos tolerar el abuso de poder en ninguna institución ni ámbito pastoral en la Iglesia, porque este mal es uno de los factores que crea las condiciones para que sucedan otro tipo de abusos», añadió.
Temas abordados y conferencistas
Los temas que fueron abordados durante las exponencial del II Congreso Latinoamericano para la protección de menores fueron: la creación de comunicados de prensa; programas de protección integral: primeros pasos ¿Por dónde empezar?; atenderse para atender: importancia del autocuidado en quienes participan en la prevención de abuso; implementando espacios de acogida y escucha: recibir a las personas que denuncias, así como la gestión de la crisis.
Los conferencistas invitados fueron:
El cardenal Seán P. O´Malley, arzobispo de Boston. Presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de menores. Miembro del Consejo de Cardenales que asesora al Papa Francisco.
El arzobispo Charles Scicluna, quien es arzobispo de Malta. Ocupó cargos en la Curia Romana desde 1995 hasta 2012.
El presbítero Daniel Portillo Trevizo, de la Arquidiócesis de Chihuahua. Director del Consejo Latinoamericano de Ceprome.
Jordi Bertomeu Farnós, sacerdote de la diócesis de Tortosa. En el 2001 consiguió la Licenciatura en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Gregoriana.
Andrew Small, quien es Oblato de María Inmaculada. Profesor de Derecho Internacional y Derecho general en la Universidad de Leyes de Georgetown.
Jans Zollner, sacerdote jesuita. Teólogo y psicólogo, profesor de la Universidad Gregoriana
Yago de la Cierva, Profesor en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz.
La doctora Ilva Myriam Hoyos Castañeda, laica. Ha sido Procuradora Delegada para la Defensa de los Derechos de la Infancia y la Familia.
La laica María Inés Franck. Miembro y secretaria del Consejo Pastoral para la Protección de los Menores de la Conferencia Episcopal Argentina.
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