Primero fue la capilla Nuestra Señora de los Rayos en la noche del 4 de marzo y este 13 de marzo se confirmó la quema de la capilla Sagrado Corazón de Jesús. Los ataques incendiarios a iglesias de Chile en la Araucanía se vuelven a repetir
Una imagen de una Virgen que se salvó del fuego en la localidad rural de Santa Juana, región chilena de Biobio, se transformó en símbolo de esperanza en medio de los incendios forestales desatados en Chile durante el mes de febrero.
En aquella ocasión, además del dolor por las víctimas y los damnificados, rápidamente todo se convirtió en compasión y acción solidaria a través de organizaciones vinculadas a la Iglesia como Cáritas.
Sin embargo, lo ocurrido en los últimos 10 días en la región de la Araucanía dista mucho de aquella situación generada y lo único que ha hecho ha sido despertar indignación.
Mucho pesar… y en el aniversario del Papa
«Una nueva jornada de violencia se vivió desde la noche de este domingo hasta la mañana del lunes (13 de marzo) en distintos puntos de La Araucanía», reproducen medios locales como Clave 9.
En efecto, encapuchados identificados con el grupo Resistencia Mapuche Malleco reivindicaron algunos de los hechos de violencia que se dieron en la famosa zona de enfrentamientos históricos entre las autoridades y grupos radicales mapuche (personas que distan mucho del espíritu pacífico de un pueblo originario fuertemente arraigado a su tierra).
Fue precisamente este 13 de marzo, día que coincidentemente se celebró el décimo aniversario del papa Francisco, cuando se confirmó que la capilla Sagrado Corazón (sector Amaza y perteneciente a la parroquia San Francisco de Asís de Selva Oscura) fue destruida por un ataque incendiario.
El encargado de lamentar y expresar dolor por lo sucedido, a través de un comunicado del obispado de Temuco difundido por la propia Iglesia de Chile, fue el administrador diocesano de la zona, el sacerdote Juan Andrés Basly Erices.
«En este día, en que SS Papa Francisco, cumple diez años de su pontificado, hacemos eco de sus palabras del mensaje que nos entregó en su visita en estas tierras de La Araucanía, donde manifiesta que “La violencia llama a la violencia, la destrucción aumenta la fractura y separación. La violencia termina volviendo mentirosa la causa más justa». Por eso decimos «no a la violencia que destruye, en ninguna de sus dos formas”», expresa parte del comunicado.
«Enfatizamos el llamado a la paz y unidad, nuestra gente y sus comunidades están sufriendo mucho, es dolor y angustia al ser además actos de violencia y destructivos», prosigue.
El mensaje finaliza con una referencia a la oración y también con una invocación a san José, patrono de la diócesis, cuya fiesta se celebra precisamente en este mes de marzo.
Conmoción en los primeros días de marzo
El ataque incendiario de las últimas horas acontece a pocos días de una nueva agresión contra una iglesia en la Araucanía. Cerca de las doce de la noche del 4 de marzo, según un comunicado de la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), ocho desconocidos armados y encapuchados llegaron a la capilla Nuestra Señora de los Rayos (zona rural California) y la prendieron fuego.
«Los vecinos quedaron consternados viendo cómo, en instantes, el lugar quedó convertido en cenizas. Su dolor es grande y no entienden el motivo de este atentado», señaló en aquel entones Magdalena Lira, directora nacional en Chile de la fundación ACN.
Al igual que el ataque de este 13 de marzo, en aquel entonces los agresores –también identificados con Resistencia Mapuche Malleco– dejaron panfletos y un lienzo con la reivindicación de la autoría.
obispadodetemuco.cl
«Las llamas consumieron el lugar en cosa de minutos dejando a la comunidad, en su mayoría formada por familias mapuche, sin templo para sus actividades. La pequeña capilla fue construida por los mismos vecinos en 1952, de ahí el dolor que expresaban al ver todo quemado y reducido a cenizas. Los policías encontraron solo restos del techo metálico y alguna que otra viga que resistió al incendio, muy poco que reconocer de lo que fue un sitio de fe», contó Lira.
«Como un pequeño milagro se salvó una pequeña imagen de yeso de una Virgen que desde hace mucho tiempo permanecía en una gruta cercana», añadió la directora de ACN Chile, algo que más allá de la indignación y el repudio también podría ser interpretado –desde la fe- como «señal» de acompañamiento de la madre en horas difíciles para esa comunidad (una vez más una Virgen intacta, como aquella de febrero).
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