En un comunicado de la CEI, el Purpurado destacó que “el tiempo de la responsabilidad no ha terminado” y destacó que la Iglesia en Italia ofrecerá en la campaña de vacunación un “ulterior signo concreto de cercanía”.
Se trata del poner a disposición algunos de los espacios parroquiales, no litúrgicos, para que médicos, enfermeros y trabajadores de la protección civil administren las vacunas contra el COVID-19.
Además, el Cardenal Bassetti subrayó que numerosas diócesis han permitido durante la actual emergencia sanitaria que utilicen sus estructuras personas en cuarentena, enfermos, pobres y personas que están sufriendo a causa del COVID-19.
“También este es un testimonio auténtico de un servicio a la persona, a los último en particular, a quien está en primera línea en el cuidado de los enfermos y, entonces, a todo el país. Todos juntos, unidos, podemos construir horizontes de esperanza”, concluyó el Purpurado.
Por su parte, el Papa Francisco ha pedido en diferentes ocasiones vacunas para todos especialmente “para los más vulnerables y necesitados”.
Actualmente Italia enfrenta una nueva oleada ante el COVID-19, una situación que se ha agravado debido al aumento de contagios provocado por las variantes.
Hasta el día de hoy, las cifras oficiales indican que en Italia ha habido 3.2 millones de casos positivos y más de 102.000 personas han fallecido con COVID-19.
Por ello, el primer ministro italiano, Mario Draghi intensificó las medidas restrictivas que estarán en vigor del 15 de marzo hasta el 6 de abril (después de las fiestas pascuales).
El pasado 1 de marzo, el Santo Padre pidió “a los responsables de los estados, a las empresas, a los organismos internacionales, que promuevan la cooperación y busquen una solución para todos al COVID: vacunas para todos, especialmente para los más vulnerables y necesitados del planeta” a través de un mensaje en su cuenta oficial de Twitter @Pontifex_es.
Durante su pasado mensaje de Navidad, el Pontífice solicitó vivir la fraternidad en la actual crisis sanitaria al “promover la colaboración y no la competición y de buscar una solución para todos, vacunas para todos, especialmente para los más vulnerables y necesitados de todas las regiones del planeta”.
El Santo Padre dijo el 25 de diciembre que “hoy en este tiempo de obscuridad y de incertidumbre por la pandemia aparecen diversas luces de esperanza como el descubrimiento de las vacunas”, sin embargo, advirtió que “para que estas luces puedan iluminar y llevar esperanza a todo el mundo deben estar a disposición de todos”.
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