Un día, su superiora le riñó por rezar frente a la estatua de san José, en lugar de ante la de la Virgen María...
Santa Bernardita, a quien la Virgen se apareció en Lourdes, tenía una especial familiaridad con san José. En el convento donde vivía se refugiaba a menudo en la capilla de san José que había en el jardín.
Un día su superiora la reprendió por rezar frente a la estatua «equivocada»: la de san José, en lugar de la de María. Ella respondió:
«Pero madre, la Santa Virgen y su esposo están perfectamente de acuerdo».
En otra ocasión le preguntaba si le molestaban las distracciones durante la oración. Ella explicó:
«¡Oh, no! Se las paso a san José y él se hace cargo. No hay ningún problema.
Humilde Bernardita
Santa Bernardita se ha hecho famosa en todo el mundo como la vidente Lourdes. La Inmaculada Concepción le mostró un milagroso manantial de agua que hoy continúa suscitando fe y salud en miles de personas que lo visitan.
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Sin embargo, después de su impactante experiencia con la Virgen, la joven se encerró en un convento y mantuvo siempre una vida humilde y discreta. Después de su muerte, su cuerpo fue hallado milagrosamente incorrupto.
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Sus pensamientos y oraciones siguen inspirando a millones hoy en todo el mundo, y muchos le rezan, le confían sus necesidades y le agradecen su ayuda e incluso milagros. Santa Bernardita, ¡acércanos a san José!
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