El Papa agradece al Señor por las vocaciones en la Iglesia para anunciar el Evangelio

VATICANO, 25 Abr. 21 (ACI Prensa).- Al finalizar el rezo del Regina Coeli este cuarto Domingo de Pascua, el Papa Francisco recordó que la Iglesia universal celebra este 25 de abril la Jornada mundial de oración por las vocaciones con el tema “San José: El sueño de la vocación” y agradeció por las vocaciones al sacerdocio y la vida consagrada.

“Demos gracias al Señor porque sigue suscitando en la Iglesia personas que por amor a Él se consagran al anuncio del Evangelio y al servicio de los hermanos”, destacó el Papa.

Además, el Santo Padre recordó en particular que esta mañana presidió la ordenación sacerdotal de 9 presbíteros de la Diócesis de Roma. 

“Demos las gracias por los nuevos sacerdotes que he ordenado hace poco en la Basílica de San Pedro. No sé si están aquí. Y pedimos al Señor que mande buenos obreros a trabajar en su campo y multiplique las vocaciones a la vida consagrada”, añadió el Papa.

En su mensaje para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones 2021 el Papa Francisco escribió que San José es “el custodio de Jesús y de la Iglesia” por lo que también es “custodio de las vocaciones”.

En esta línea, el Santo Padre destacó tres palabras claves sobre San José que pueden ayudar a toda vocación: sueño, servicio y fidelidad.

En el texto escrito para la 58ª Jornada Mundial de Oración para las Vocaciones el Papa escribió que San José es “una figura extraordinaria, y al mismo tiempo tan cercana a nuestra condición humana” porque “no era famoso y tampoco se hacía notar, los Evangelios no recogen ni una sola palabra suya. Sin embargo, con su vida ordinaria, realizó algo extraordinario a los ojos de Dios”, explicó.

Asimismo, el Santo Padre recordó que el pasado 8 de diciembre comenzó el Año dedicado especialmente a San José con motivo del 150º aniversario de la declaración de San José como Patrono de la Iglesia universal. Ocasión en la que escribió la carta apostólica Patris corde para “que crezca el amor a este gran santo”.

El Papa señaló que “el Señor quiere forjar corazones de padres, corazones de madres; corazones abiertos, capaces de grandes impulsos, generosos en la entrega, compasivos en el consuelo de la angustia y firmes en el fortalecimiento de la esperanza”.

“Esto es lo que el sacerdocio y la vida consagrada necesitan, especialmente hoy, en tiempos marcados por la fragilidad y los sufrimientos causados también por la pandemia, que ha suscitado incertidumbre y miedo sobre el futuro y el mismo sentido de la vida. San José viene a nuestro encuentro con su mansedumbre, como santo de la puerta de al lado; al mismo tiempo, su fuerte testimonio puede orientarnos en el camino”, agregó.

Por ello, el Santo Padre concluyó que ya que San José “vivió enteramente para los demás y nunca para sí mismo” es un modelo para el sacerdocio y la vida consagrada porque representa “un icono ejemplar de la acogida de los proyectos de Dios”.

Que San José “ayude a todos, especialmente a los jóvenes en discernimiento, a realizar los sueños que Dios tiene para ellos; que inspire la iniciativa valiente para decir ‘sí; al Señor, que siempre sorprende y nunca decepciona”, rezó el Papa.

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