La Tierra Santa es el Quinto Evangelio. Cuenta los detalles que no se encuentran en los cuatro Evangelios. También nos ayuda a comprender los cuatro Evangelios
Lo mismo sucede con la resurrección de Jesús; entendemos mejor cuando vemos lo que hay en el lugar de la tumba de Jesús en Jerusalén.
Tumba vacía – testigo de la resurrección
El Gólgota y el Santo Sepulcro son los lugares más importantes en la Tierra para los cristianos. Sobre la tumba de Jesús hay una capilla. En su centro hay una losa, colocada sobre el lugar donde fue enterrado el cuerpo del Salvador. En 2016, se levantó la losa y se realizó una investigación científica. Resultó que debajo de la losa se encuentra la piedra de la tumba de Jesucristo. La investigación científica confirma la autenticidad del Santo Sepulcro. Podemos estar seguros de que el cuerpo de Jesús fue enterrado allí y fue allí donde Jesús resucitó.
Cuando vivía en Jerusalén, he estado allí varias veces. Hay una atmósfera inexplicable de oración y paz en la tumba de Jesús. Es como un imán que atrae a cristianos de diversos ritos y denominaciones.
Jesus vive en la Eucaristía
La tumba vacía y las revelaciones de Jesús después de su resurrección son un testimonio de que Jesús está vivo. Sí. Él está vivo. Podemos encontrarnos con el Señor Resucitado en la Eucaristía. Uno de los obispos dijo: «No nos arrodillamos ante un pedazo de pan, nos arrodillamos ante Jesús».
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