Maria Andrejczyk recaudó 44.000 euros y ha abierto una cuenta para seguir enviando donativos a la familia del pequeño
La lanzadora de jabalina polaca Maria Andrejczyk, ganadora de la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio, decidió subastar su galardón. No se lo pensó dos veces, porque era para una causa benéfica: ayudar a un niño llamado Milosz, que padece una enfermedad cardíaca grave.
La subcampeona olímpica puso la medalla en subasta y alcanzó los 44.000 euros con las pujas. Al valor del peso de la plata se le añade, sobre todo, el componente de un trofeo que supone muchos años de sacrificio en el deporte y el reconocimiento mundial en Tokio.
Pero hay algo más: esta joven polaca de 25 años demostró que los valores olímpicos tienen un fuerte componente solidario. Maria fue capaz de desprenderse de un “tesoro” que a todos nos sirve ahora de ejemplo.
Además, Andrejczyk tuvo la idea de abrir una cuenta corriente y pidió a todos que contribuyan para que la familia del pequeño Milozs pueda hacer frente a los gastos de su operación, que debe realizarse en Estados Unidos.
La medallista -que seguirá siéndolo para siempre, con o sin medalla- ha logrado reunir de este modo otros 35.000 euros y sigue recibiendo ayudas.
«Salvar vidas en lugar de acumular polvo en un armario»
Maria habló abiertamente de por qué ha decidido tener este generoso gesto: “Esta plata -dijo- puede salvar vidas en lugar de acumular polvo en un armario. Por eso decidí subastarla para ayudar a ese niño enfermo.”
«Fue realmente un impulso”, añadió. “Sentí que esta medalla no se podía quedar conmigo porque recuerdo bien cuánto tuve que luchar contra la adversidad y el dolor.”
El valor de la medalla está en el corazón
Para ella, “el valor real de una medalla siempre permanece en el corazón. Pero es sólo un objeto que puede ser de gran valor para otros.»
Maria sufrió cáncer
Maria conoce bien qué es el dolor y el sufrimiento humano. Sabe de qué habla porque en octubre de 2018 sufrió un osteocarcoma (un tipo de cáncer de huesos). Pese a ello, con el tratamiento médico salió adelante y pudo presentarse a los Juegos Olímpicos de Tokio y hacerse con la plata.
No se quedará sin medalla
Ante este gesto, la medallista no se quedará sin medalla. El gobierno regional del Voivodato de Podlaquia, provincia polaca a la que pertenece, ha anunciado que le entregará una réplica en reconocimiento a su gesto.
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