La Nunciatura Apostólica en Chile emitió un comunicado el 22 de diciembre indicando que la renuncia fue aceptada bajo la formula nunc pro tunc (ahora para entonces), es decir, “dicha renuncia se hará efectiva con el nombramiento de su sucesor”.
“Hasta ese momento, Mons. Bastres Florence sigue siendo Obispo de Punta Arenas”, precisó la Nunciatura.
Mons. Bastres emitió un comunicado donde explicó que “hace tiempo, venía reflexionando, evaluando y rezando ante Dios mi desempeño como pastor de esta querida Diócesis”.
“Con la confianza de un hijo, le presenté al Santo Padre, la renuncia al gobierno pastoral de la Diócesis, por razones estrictamente personales. Por esto, mi gratitud al Papa, por su comprensión y acogida”, sostuvo.
El Obispo de Punta Arenas precisó que entre las razones de su renuncia están los escándalos de abusos sexual, de poder y conciencia cometidos por miembros de la Iglesia y que fueron destapados en 2018.
“Los acontecimientos que nos ha tocado vivir en estos años y como ellos no sólo han golpeado a nuestra Iglesia”, “también me han afectado personalmente. Me he visto sobrepasado y limitado para responder como merecen ser enfrentados y asumidos”, afirmó.
El obispo salesiano, que fue nombrado pastor por Benedicto XVI el 4 de marzo de 2006, se dirigió a la comunidad para pedirles perdón “por las limitaciones que no me han permitido ser aquel pastor que merecía esta Iglesia Magallánica”.
“Con plena libertad puedo hacerles una confesión: delante del Señor tengo mi conciencia muy tranquila y me siento muy liberado con la respuesta que me ha dado el Papa Francisco. Me siento con una profunda serenidad, paz y libertad interior”.
Además de manifestar su gratitud por lo construido, por el cariño, la generosidad y la fidelidad que ha mostrado la comunidad al Evangelio, Mons. Bastres aseguró que en este tiempo que queda “seguiré trabajando y dando lo mejor de mí para que juntos sigamos consolidando el Reino de Dios en Magallanes”.
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