El papa Francisco ha enviado un mensaje de esperanza a los matrimonios ante los tiempos difíciles de la pandemia en la Fiesta de la Santa Familia de Nazaret.
«Los numerosos desafíos no pueden robar el gozo de quienes saben que están caminando con el Señor. Vivan intensamente su vocación. No dejen que un semblante triste transforme sus rostros.
Su cónyuge necesita de su sonrisa. Sus hijos necesitan de sus miradas que los alienten. Los pastores y las otras familias necesitan de su presencia y alegría: ¡la alegría que viene del Señor!”
Asimismo recordó a los esposos su fecundidad en la sociedad y cómo ejemplo para los jóvenes también con motivo del Año “Familia Amoris Laetitia”, instituido por el Papa Francisco en el quinto aniversario de su exhortación apostólica post-sinodal.
La misiva publicada este domingo, 26 de diciembre, evoca la alegría del amor en la familia, en el año dedicado a la familia, que se abrió el 19 de marzo de 2021 y concluirá el 26 de junio de 2022 con el X Encuentro Mundial de la Familia en Roma.
Los hijos son un regalo
El papa Francisco ha enviado una carta a los matrimonios en la que dice que los hijos son un regalo, siempre, cambian la historia de cada familia.
Los hijos “están sedientos de amor, de reconocimiento, de estima y de confianza”. Por ello, remarcó la importancia de la paternidad y la maternidad.
Invitó a los matrimonios a ser generativos “para dar a sus hijos el gozo de descubrirse hijos de Dios. “Este descubrimiento puede dar a sus hijos la fe y la capacidad de confiar en Dios”.
La pandemia y las dificultades
Durante la pandemia, el Papa dijo tener siempre presente a las familias “con humildad, cariño y acogida a cada persona, a cada matrimonio y a cada familia en las situaciones que estén experimentando”.
En la Fiesta de la Sagrada Familia invita a mirar hacia Nazaret. “Que san José inspire en todas las familias la valentía creativa, tan necesaria en este cambio de época que estamos viviendo”.
En este sentido, rezó para que “nuestra Señora acompañe en sus matrimonios la gestación de la “cultura del encuentro”, tan urgente para superar las adversidades y oposiciones que oscurecen nuestro tiempo”.
Salir por amor
El Papa cita las palabras con las cuales el Señor llama a Abrahán a salir “hacia una tierra desconocida que Él mismo le mostrará (cf. Gn 12,1).”
Recuerda que asimismo se trata de salir de la “incertidumbre, la soledad, la pérdida de seres queridos” que muchas familias han sufrido.
Algo que les ha impulsado “a salir” de las “seguridades, de nuestros espacios de “control”.
La pandemia ha obligado a salir “de nuestras propias maneras de hacer las cosas, de nuestras apetencias, para atender no sólo al bien de la propia familia, sino además al de la sociedad, que también depende de nuestros comportamientos personales”.
El matrimonio
En su mensaje a los matrimonios pide mantener la relación con Dios que “nos acompaña y nos moviliza como personas y, en última instancia, nos ayuda a “salir de nuestra tierra”.
Igualmente ha manifestado que “Dios está en nosotros, con nosotros y entre nosotros: en la familia, en el barrio, en el lugar de trabajo o estudio, en la ciudad que habitamos.”
Salir para ir a la tierra prometida del amor, “sintiendo la llamada al amor conyugal”, esto es entregarse al “otro sin reservas”.
“Así, ya el noviazgo implica salir de la propia tierra, porque supone transitar juntos el camino que conduce al matrimonio”, expresó.
El amor en las distintas situaciones de la vida. El Papa recuerda el paso de “los días, la llegada de los hijos, el trabajo, las enfermedades”, todas circunstancias que ayudan a los esposos a salir de las “zonas de confort”.
¡No están solos!”.
Lo anterior para salir “hacia la tierra que Dios les promete: ser dos en Cristo, dos en uno. Una única vida, un “nosotros” en la comunión del amor con Jesús, vivo y presente en cada momento de su existencia.
Dios los acompaña, los ama incondicionalmente. ¡No están solos!”.
El Papa habló del testimonio de los esposos: “Sepan que sus hijos los observan con atención y buscan en ustedes el testimonio de un amor fuerte y confiable.”,
«¡Qué importante es que los jóvenes vean con sus propios ojos el amor de Cristo vivo y presente en el amor de los matrimonios, que testimonian con su vida concreta que el amor para siempre es posible!».
“Los hijos son un regalo, siempre, cambian la historia de cada familia. Están sedientos de amor, de reconocimiento, de estima y de confianza”, añadió el Papa.
Perdón
El Papa reconoció en el mensaje a los matrimonios que “la ruptura de una relación conyugal genera mucho sufrimiento”.
“Tampoco a los hijos es posible ahorrarles el sufrimiento de ver que sus padres ya no están junto. Aun así, no dejen de buscar ayuda para que los conflictos puedan superarse de alguna manera y no causen aún más dolor entre ustedes y a sus hijos”.
El Obispo de Roma explica que el perdón sana toda herida. “Perdonarse mutuamente es el resultado de una decisión interior que madura en la oración, en la relación con Dios, como don que brota de la gracia con la que Cristo llena a la pareja cuando lo dejan actuar, cuando se dirigen a Él”.
Publicar un comentario