San Blas fue un médico y obispo muy conocido en Sebaste, Armenia, por el don de la curación milagrosa
No sólo curaba a las personas sino también se le acercaban los animales para pedirle ayuda. Él en cambio pedía que no lo molestaran cuando estaba orando.
Vivió su vida como eremita en el siglo IV, época de la última persecución cristiana después del edicto de Milán a cargo del emperador Licinio. Murió decapitado por defender la fe.
San Blas se hizo famoso por salvar la vida de un pequeño niño que se ahogaba con la espina de un pescado. Por eso es patrono de los enfermos de garganta y de los otorrinolaringólogos.
Por esto el 2 de febrero, día que se lo recuerda, se brindan tantas fiestas en su honor.
Por supuesto no pueden faltar las tradiciones gastronómicas y más si se desea proteger la salud de nuestras gargantas.
Estos son algunos lugares en España:
En Toledo, sobre todo en Fuensalida, se organizan bailes y juegos donde participan activamente todos los vecinos.
Apuestan jugando a cartas para conseguir “quínola” o “flor” y llevarse una rosca de anises según manda la tradición.
Pacopac-(CC BY-SA 3.0)
La Plaza del Arenal en Bilbao, se llena de puestos donde se pueden adquirir las tradicionales rosquillas y cordones de colores que llevarán en el cuello por nueve días y luego los quemarán.
El domingo más cercano al 3 de febrero se celebra en la Ribera de Cubas (Jorquera, Albacete) la festividad de su patrón. Elaboran los tradicionales rollos, que serán bendecidos en la misa y procesión en honor al santo.
Juan Emilio Prades Bel-(CC-BY-SA-4.0)
La comunidad de Valencia nos cuenta como celebran san Blas:
El día 3 de febrero se celebra en Siete Aguas la festividad de San Blas. Una festividad que se remonta al siglo XVIII cuando se cuenta que este santo se apareció a una familia de Siete Aguas y curó a un hijo que estaba a punto de morirse.
Desde este momento las personas de Siete Aguas le profesan una gran devoción. En este día se celebra una romería con el santo hasta la ermita que lleva su nombre, allí se bendicen los rollos y las ‘mangranas’, pastas típicas de ese día, y se bendice un aceite que más tarde se untará en todas las gargantas de los vecinos a la oración de: «San Blas bendito, que te guarde la gola y el apetito».
Más tarde todas las agrupaciones y peñas del municipio se reúnen para comer la tradicional zorda, un guiso a base de conejo, pollo y arroz.
Comunitat Valenciana
Shutterstock | Daniel Noboa
Albóndigas y panecillos en Italia
Cuenta la leyenda que un lobo robó un cerdo a una mujer, su único sustento. Ésta desesperada fue a contar lo sucedido a Blas, que enseguida la tranquilizó diciéndole que lo recuperaría. Más tarde el lobo devolvió el cerdo.
Pasado un tiempo al enterarse del encarcelamiento del obispo, la mujer mató al cerdo y cocinó la cabeza y las piernas, para llevarle como regalo a Blas, en señal de agradecimiento, junto con legumbres y velas.
Blas aceptó, pidiéndole a la mujer que en el futuro celebrara su memoria con la misma comida.
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