Se trata del Arzobispo de Bamberg, Mons. Ludwig Schick, de 73 años, que estaba al frente de la archidiócesis bávara desde 2002.
El Arzobispo dijo en un comunicado publicado el 1 de noviembre que había transmitido esta petición al Papa “verbalmente y por escrito durante una audiencia privada en abril de este año, explicándolo así: He cumplido y completado mis obligaciones en la Archidiócesis”.
Mons. Ludwig Schick dijo que el Papa le había pedido que siguiera en el cargo. “Tras exponer de nuevo mis razones, a finales de septiembre accedió a mi petición”, explicó más tarde el Arzobispo.
Cabe destacar que no es el primer Arzobispo alemán que pide al Papa Francisco que acepte su renuncia. En 2021, el cardenal Reinhard Marx, de Múnich, criticado por su gestión de los casos de abusos sexuales, ofreció también su renuncia. Aunque el Papa lo rechazó, Purpurado ha dicho públicamente que podría intentar dimitir de nuevo.
Además, a principios de este mes, el Papa Francisco aceptó la renuncia de un Obispo suizo de 59 años que dijo que la “fatiga interior” había hecho que su cargo fuera “insoportable” para él.
Mons. Ludwig Schick fue arzobispo de Bamberg durante 20 años y presentó su renuncia a los 73 años, aunque el Derecho Canónico exige a los obispos que presenten su renuncia al Santo Padre al cumplir los 75 años.
“Después de una cuidadosa consideración y oración, así como de muchas conversaciones con mi director espiritual, llegué a la conclusión en el primer trimestre de este año de pedir al Papa que me liberara de mis funciones”, dijo Mons, Schick según CNA Deutsch, agencia de noticias en alemán del grupo ACI.
“Dejo el cargo con confianza”, escribió el arzobispo. “Las tareas de la Iglesia, el anuncio del Evangelio, los servicios divinos, la atención pastoral y la caridad pueden continuar fructíferamente sobre una buena base. Ese es mi deseo y mi petición”.
En su declaración, publicada el martes 1 de noviembre, el Arzobispo dijo que el Vaticano le había informado de que la publicación de su destitución tendría lugar el 1 de noviembre. “Hasta entonces, la decisión debía mantenerse estrictamente confidencial. Me he atenido estrictamente a ello”, escribió.
Por su parte, el Obispo Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, le agradeció su servicio, incluido su papel como presidente del Grupo de Contacto de las conferencias episcopales alemana y polaca.
Además, según informó CNA Deutsch, Mons. Georg Bätzing había elogiado al Arzobispo por seguir el camino sinodal alemán.
Traducido y adaptado por Almudena Martínez-Bordiú. Publicado originalmente en CNA.
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