El 8 de marzo, un grupo de feministas vandalizó la Catedral de la Inmaculada Concepción, ubicada en el municipio de Ibagué, en el departamento colombiano de Tolima. Las mujeres patearon la puerta del templo y rayaron las paredes con escritos como “8M”, “violadores”, “nos queremos vivas”.
Según indica un medio local, la violencia feminista fue por la postura de la Iglesia “frente a temas tan sensibles como lo es el aborto. Muchas de ellas piden que sea libre y sin ningún tipo de control del Estado”. Además de la iglesia, vandalizaron monumentos históricos y un reportero fue atacado porque la jornada del 8M “solo podían cubrirla mujeres”.
Al inicio de la Eucaristía, el Arzobispo de Ibagué, Mons. Orlando Roa Barbosa, dijo que realizó la Misa de desagravio para invocar de nuevo “la misericordia de Dios para que nos conceda su perdón, nos renueve y nos prepare para celebrar las fiestas de Pascua” y también “para invitar a todos a la reconciliación con Dios, a la reconciliación con nuestros hermanos”.
Además, uno de los fieles expresó el “profundo sentimiento de dolor” de la comunidad católica en Colombia “por la profanación que se ha cometido contra nuestra iglesia catedral”, y recordó las palabras presentes en el libro de Gálatas: “No os engañéis que de Dios nadie se burla, pues lo que uno siembre, eso cosechará. Porque el que siembre en su carne, de la carne cosechará corrupción. El que siembre el espíritu, del espíritu cosechará vida eterna. No nos cansemos de obrar el bien, que a su tiempo nos vendrá la cosecha si no desfallecemos”
En su homilía, Mons. Roa explicó que la palabra “profanar” significa tratar sin el debido respeto a una cosa o a una persona que es considerada sagrada. El Prelado reprochó los irrespetos contra “nuestra iglesia catedral, que es un lugar sagrado, por cuanto es símbolo de la fe de los católicos en la ciudad, en el departamento, en Colombia y en el mundo”.
Subrayó que la Catedral “no se respeta solo por ser un símbolo de carácter religioso, sino también por ser un símbolo de carácter histórico en la ciudad de Ibagué y más aún, un símbolo de carácter cultural y artístico. No se puede dañar, no se puede desbaratar, no se puede destruir, por el contrario, la tenemos que cuidar”.
Además, el Prelado llamó en esta Cuaresma a la importancia de “transitar un camino de conversión” que implica dejar el pecado, y acoger la misericordia y el amor de Dios.
En la lectura de la profecía de Oseas, el Señor nos dice: “‘Vuelve al Señor tu Dios, porque tropezaste por tu falta […] El profeta Oseas advierte que por el pecado nos vienen situación difíciles de sufrimiento, y de dolor”, que afectan a cada uno, a la comunidad y la sociedad. En cambio, al volver a Dios, que “nos mirara con ojos de amor y de misericordia”, Él nos traerá su bendición.
Mons. Roa recordó que para vivir un camino de conversión de verdad, primero hay que “reconocernos pecadores; y segundo, confesar nuestros pecados y cambiar de conducta y de comportamiento como una consecuencia del cambio de mentalidad”.
Refiriéndose a la lectura del Evangelio, en donde Dios enseña el mandamiento nuevo de “Amar a Dios y al prójimo como a ti mismo”, el Prelado dijo que cuando “las personas se dejan llevar por la violencia, obran guiadas no por el espíritu de Dios, sino por el espíritu del Demonio, de Satanás, del diablo […] [y cometen] actos perversos que no construyen, que no edifican, sino que por el contrario, destruye”, dijo.
“Una persona que incita a la violencia y obra el mal está siguiendo el juego a Satanás, a quien hay que decirle abiertamente: No, porque amo a Dios, y lo amo con todo mi ser, con todas mi fuerzas, con toda mi mente. No nos dejemos llevar por el espíritu del mal”, subrayó.
Entonces, “la llamada es a aprovechar el tiempo que tenemos, que vivimos, para amar a Dios y para dejarnos amar por Él. Allí tenemos que llegar. Ese es el camino que debemos recorrer […] Estamos llamados a reconciliarnos con nuestros hermanos y a tratarnos no con odio, con rabia, sino con amor”, agregó.
Mons. Roa recordó que cuando se le preguntó por los ataques contra la catedral, “mi primer sentimiento es de perdón. Es perdonar a las personas que hicieron estos actos contra la Catedral, porque el perdón hace parte del camino que se recorre para hablar del Amor”.
Dijo que algunos hablaron de excomulgar, pero afirmó que “yo no estoy para excomulgar, sino más bien para perdonar, y para invitar a las personas al amor, a la reconciliación, y al amor con Dios, para invitar a las personas al arrepentimiento y a la reconciliación”.
.@arquidioibague ofreció desagravio por ataque feminista a catedral. “Quien obra el mal le hace juego al Maligno. No nos dejemos llevar por él. ¿Cuál es la llamada? Aprovechar el tiempo para amar a #Dios y dejarnos amar por Él. Decirle no al espíritu del mal" | Arzo. Orlando Roa pic.twitter.com/MjpHL0eCcD
— Episcopado Colombia (@episcopadocol) March 12, 2021“Nos ponemos en las manos del Señor, y le pedimos que nos bendiga, que bendiga nuestra Catedral, nuestra fe católica y apostólica, bendiga la ciudad de Ibagué, y por consiguiente a toda nuestra Arquidiócesis de Ibagué dispersa a lo largo y ancho de la ciudad y del departamento. Que el Señor nos perdone, nos manifieste su amor y nos dé su bendición y nos lleve prosperidad a todos”, concluyó.
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