En el documento se advierte de “un resurgir artificial de las ‘dos Españas’”, en relación con el número creciente de enfrentamientos y “con la puesta en cuestión de las instituciones democráticas”.
“La puesta en cuestión de la Constitución, la monarquía, el poder judicial, junto a las fuertes tensiones independentistas en medio de una inédita crisis económica, llenan de preocupación e incertidumbre a la sociedad española. Los enfrentamientos crecen y pareciera que asistimos a un resurgir artificial de las “dos Españas” de tan dramático recuerdo”, destacan los Prelados.
El documento “Fieles al envío misionero” fue aprobado en la última Asamblea Plenaria de la CEE y pretende recoger orientaciones dirigidas a los órganos de la Conferencia Episcopal.
Los Obispos aseguran que “la tensión sociopolítica ha aumentado de forma alarmante” y se asiste a “un momento difícil” en el que "anson cuestionadas las instituciones democráticas, mientras la clase política parece perdida, incapaz de estar a la altura de las circunstancias históricas y dando prioridad a su propio interés”.
También destacan que “asistimos a una profunda crisis institucional, en la que algunos políticos quisieran abrir una segunda fase constituyente. No se trata de sacralizar el régimen del 78 [año en la que se aprobó la última Constitución en España], pero sí de afirmar que este marco político constitucional ha devuelto a España una estabilidad grande, no lograda durante siglos”, insisten.
Una situación de por sí inestable que “abonan las iniciativas legislativas del Gobierno de coalición sobre la educación, la eutanasia, el aborto, la memoria democrática, el Consejo General del Poder Judicial, que van en la línea del proyecto de deconstrucción”.
Las leyes de la eutanasia, la memoria democrática y reformas en la ley de educación así como en la ley del aborto fueron impulsadas por el Gobierno de coalición entre PSOE y Podemos.
En ese sentido, los obispos aseguran en el documento que existe una actual propuesta neopagana quiere “deconstruir y desmontar la cosmovisión cristiana” dando paso a “corrientes ideológicas de género” y “a una aceptación social del aborto y la eutanasia”.
“Pareciera que hay un guión bien trazado con calendario y finalidades tremendas. Emerge, teledirigida, una propuesta neopagana que pretende construir una sociedad nueva, para lo cual es preciso ‘deconstruir”, subrayan en el documento.
Por eso aseguran que “asistimos a un constructivismo antropológico en las muy extendidas corrientes ideologicas de género y en la aceptación social del aborto y la eutanasia, un constructivismo histórico y también pedagógico, reforzado con el dominio de la escuela”.
“El olvido de Dios, la indiferencia religiosa, la despreocupación por las cuestiones fundamentales sobre el origen y destino trascendente del ser humano, incluyen en el comportamiento moral y social de los individuos. Muchos autodenominados creyentes viven y organizan su existencia como si Dios no existiera”, destacan.
El documento también habla de que la secularización influye en el deterioro de la “familia tradicional” por “el divorcio express, el reconocimento de las parejas de hecho, o el reconocimiento del llamado matrimonio igualitario, entre personas del mismo sexo”.
Los Obispos señalan la pérdida de confianza de las personas para con la Iglesia, y por eso aseguran que “la evangelización se hace más difícil”. Por eso, para los próximos años, apuestan por “la sinodalidad y el discernimiento como ejes espirituales y metodológicos” de sus acciones.
Y animan a priorizar el diálogo, promover la salida misionera y el encuentro para transmitir “que Dios existe” porque muchos “necesitan llenar su vida de sentido, de esperanza”.
Además destacaron que “los nuevos derechos, esos que el progresismo cultural promueve, nacen de exigencias profundamente humanas: la necesidad afectiva, el deseo de maternidad y paternidad, la solución al dolor y a la muerte, la búsqueda de la propia identidad”.
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