En las guerras, las primeras víctimas son los niños. Las sufren en ese momento y les marca para el resto de sus días. Es una mochila que llevarán de por vida muy a su pesar.
Los niños no están en las líneas de combate ni en los tanques. Los hemos visto en los brazos de sus madres, en los trenes que los llevan al exilio o en los refugios. Algunos nos han llamado poderosamente la atención, como el niño que cruzó a pie la frontera después de hacer 1.200 kilómetros solo, con un número de teléfono grabado en su mano. O como la pequeña que cantaba «Let it go» de «Frozen» en un búnker ante la mirada triste de tantos adultos que no quieren perder la esperanza.
Ahora se acaba de hacer viral un vídeo en el que vemos a un niño cantando ante una cruz.
Es la oración que Dios más valora, la de los niños y la de los enfermos. Seguramente quien lo grabó es un familiar.
Con la canción en ucraniano, el pequeño se dirigía a Jesús en la Cruz:
«Yo canto, Dios, por los vivos y por los muertos.
Aleluya, aleluya, aleluya.
Y digo ‘Dios, sálvanos a nosotros y a Ucrania’.
Digo a Dios ‘yo te quiero’.»
A continuación se hace la señal de la cruz como ortodoxo, de derecha a izquierda. Fue grabado el 22 de marzo, cuando ya llevábamos cerca de un mes de la invasión de Ucrania. Con él, todos le pedimos a Dios que acabe la guerra.
El vídeo, que ya es viral, se ha grabado en una ciudad que podría ser Lviv (Leópolis) o Kyev, quién sabe. Esas calles empedradas hablan de un patrimonio y de raíces, de una historia que también es nuestra Historia. Por eso estamos llamados a hacer lo que esté en nuestras manos. La oración es un arma poderosa y este niño nos ha dado una lección que no podemos desaprovechar. Si no nos hacemos como niños… ¿recuerdan? La Cruz no es solo una cruz de piedra. Es Jesús que nos habla a través de este vídeo.
Publicar un comentario