El llamado “Grupo Santa Marta” fue creado por el Papa Francisco como una alianza mundial de jefes de policía, obispos y comunidades religiosas que trabajan en colaboración con la sociedad civil en la lucha contra la trata de personas, calificada por el Papa Francisco como "un crimen contra la humanidad".
Durante su discurso, el Papa les agradeció su labor para intentar erradicar estas actividades delictivas, “que atentan contra la dignidad y los derechos de hombres, mujeres y niños, y dejan efectos duraderos en las víctimas individuales y en la sociedad en general”.
A continuación, el Santo Padre lamentó que hoy en día existen formas modernas de esclavitud, “incluso en las zonas más desarrolladas del mundo”.
“Espero que la lucha contra la trata de personas -continuó el Papa Francisco-, también tenga más en cuenta una serie de realidades más amplias, como el uso responsable de la tecnología y los medios sociales, y la necesidad de una visión ética renovada de la vida política, económica y social, centrada no en el beneficio sino en las personas”.
También subrayó la necesidad de reintegrar a las víctimas de la trata en la sociedad así como “ayudarlas en el proceso de curación y recuperación de su autoestima”.
“Les animo a perseverar en sus esfuerzos por mantener la dignidad que Dios ha dado a cada persona y por defender los derechos humanos básicos de aquellos que con demasiada frecuencia son olvidados y no tienen voz”, dijo el Papa Francisco.
Además, el Papa aseguró que “la Iglesia agradece siempre toda expresión de caridad fraterna y de atención a todos los esclavizados y explotados, porque así se hace visible la misericordia de Dios y se fortalece y renueva el tejido social”.
Un “canibalismo moderno”Conferencia en Roma del Grupo Santa Marta, que trabaja para erradicar el tráfico de personas. pic.twitter.com/ntDQN4sCLW
— Almudena Martínez-Bordiú (@AlmuMBordiu) May 19, 2022Tras reunirse con el Papa Francisco, los representantes del Grupo Santa Marta ofrecieron una rueda de prensa, en la que participó el Cardenal Vincent Nichols, Presidente del grupo.
En su intervención, el Purpurado resumió la conferencia llevada a cabo durante los últimos días y su audiencia con el Papa Francisco, a quien agradeció su tiempo y atención.
Explicó también que el grupo busca proteger la dignidad de cada persona, dando prioridad a los más jóvenes y vulnerables.
También lamentó que esta situación ha empeorado con la pandemia y que aunque esta batalla “todavía no se ha ganado” subrayó que “hay una mayor concienciación y una respuesta organizada desde diferentes lugares del mundo”.
Destacó también el trabajo por mejorar la educación para concienciar sobre la realidad de la exclavitud moderna y aseguró que centrarán su atención “sobre las diferentes formas de la exclavitud moderna, incluyendo las cadenas de suministro que incluso en ocasiones son utilizadas por la Iglesia y la exclavitud que involucra el comercio maligno del tráfico de órganos humanos. Es un canibalismo moderno”, sentenció.
“Nuestra convicción es que esta red internacional del mal solamente puede vencerse con una red internacional del bien y una acción concreta”, concluyó el Cardenal.
Kevin Hyland, quien fue el primer Comisionado Independiente contra la Esclavitud del Reino Unido. En su mensaje a los periodistas, aseguró que durante la conferencia celebrada en Roma durante tres días consecutivos, reflejaron la manera en la que pueden “trabajar conjuntamente, apartando las diferencias, para acabar con la exclavitud actual y con todo tipo de tráfico humano”.
Apuntó que esta violencia genera billones de dólares y que una manera de acabar con ello es poner sanciones a quienes se beneficien de este dinero “manchado de sangre” así como “implementar prevenciones que involucren a comunidades de todas las sociedades para acabar con algo que es inaceptable, tanto local como internacionalmente”.
También participó Roselyn Nambuye, presidenta de la Asociación de Mujeres y Jueces de Kenia, quien aseguró que “tenemos los instrumentos internacionales para acabar con el tráfico humano”.
Explicó además que durante estos días “hemos aprendido que nuestros gobiernos han adoptado estos instrumentos y que tienen que adaptarlos en los estatutos locales. Hay esfuerzos por acabar con ello, pero todos los que estamos involucrados tenemos que actuar conjuntamente y necesitamos apoyo”, defendió.
Por último, destacó la ayuda que pueden aportar los supervivientes “que cuentan su experiencia y den apoyo a las víctimas”, concluyó.
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