El obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, Rolando Álvarez, logró salir de la parroquia donde se resguardaba desde cuando anunció el inicio de un ayuno indefinido tras denunciar persecución y hostigamiento de parte del régimen de Daniel Ortega. Sin embargo, a presa de esto, permanece bajo el asedio de la Policía
El caso del obispo Rolando Álvarez sigue siendo noticia en Nicaragua. En las últimas horas, según informaron medios locales como El Confidencial, el obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de Estelí finalmente salió de la parroquia Santo Cristo, en Las Colinas (Managua). En ese sitio se resguardaba desde que anunció el pasado 19 de mayo el inicio de un ayuno indefinido y oración. Esto por la persecución y asedio de parte del régimen de Daniel Ortega.
Desde la mañana de este 23 de mayo, prosigue El Confidencial, Álvarez se encuentra en el Seminario de Matagalpa. No obstante, a pesar de esto, el cerco policial en los alrededores del seminario y la curia arzobispal persisten.
La salida tras una negociación
El Confidencial publica este 24 de mayo que la salida de Álvarez se dio luego de una comunicación entre un sacerdote con el gobierno. Sin embargo, también se indica que se desconoce quién estuvo a cargo de la negociación.
En ese sentido, también se informó que varias patrullas policiales escoltaron el vehículo en el que se trasladó el obispo. “Fue un despliegue policial increíble”, dijo una de las fuentes consultadas por el medio nicaragüense.
En tanto, Diócesis de Matagalpa transmitió a través de sus redes este 24 de mayo la misa presidida por Álvarez desde el templo San Isidro Labrador, perteneciente a la parroquia María Auxiliadora. También se publicó el inicio del rezo de las «Mil Avemarías» en la festividad de María Auxiliadora, “ofrecido por Nicaragua y por este momento de salvación que vivimos junto”, tal cual se indicó.
El cierre de un canal católico, respaldo y oración
Los actos de hostigamiento hacia integrantes de la Iglesia en Nicaragua parecen no tener fin, tal cual recordó una reciente crónica de Jaime Septién para Aleteia. En medio de esto, en los últimos días las repercusiones por la decisión de Álvarez han tenido varias derivaciones.
Una de ellas, además de la “solidaridad y cercanía” de parte de la propia Conferencia Episcopal de Nicaragua, ha sido la orden de eliminación de la parrilla del Canal 51 de Televisión perteneciente a la Iglesia. Detrás de la ejecución aparece el Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor).
Pero también se multiplicaron los gestos de acompañamiento a Álvarez. Esto ya desde el propio clero de Matagalpa como de fieles y otras figuras emblemáticas como el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, quien hasta desde su exilio en Miami llegó a afirmar que “la Iglesia no quedará vencida por las fuerzas del mal”.
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