El ingeniero Giacomo Chiametti se preparó con sus fisioterapeutas del Instituto Palazzolo Don Gnocchi de Milán para poder caminar con la ayuda de un andador y así acompañar a su hija al altar.
En la página de Facebook de la Fundación Don Gnocchi se publicó hace unos días un conmovedor vídeo que retrata algunos momentos de una ceremonia nupcial en la que un padre acompaña a la novia al altar en la iglesia del Instituto Palazzolo Don Gnocchi en Milán. Es un padre que sufre de ELA, el ingeniero Giacomo Chiametti.
El señor Giacomo sorprendió a su hija Hannah caminando a su lado, sosteniéndose con un caminador.
La tenacidad de un padre que sufre de ELA
Solo la tenacidad y el amor de un padre podrían hacer posible esta pequeña pero extraordinaria hazaña. Gracias al trabajo y profesionalidad de los fisioterapeutas que lo «entrenaron» para el evento, el hombre logró atravesar el pasillo junto a su hija y acompañarla hasta el futuro marido, Mario.
El sueño de caminar por el pasillo con su hija
Hannah, que ha vivido en Michigan durante años, quería casarse en Italia para tener a su padre a su lado en un día tan especial. Debido a la pandemia no lo veía desde hace dos años. El 3 de mayo, el día de la boda, Giacomo la sorprendió esperándola en la entrada de la iglesia, de pie con el apoyo de los médicos. Abandonó la silla de ruedas y moviéndose apoyado en un andador pudo llegar lentamente al fondo del pasillo con su hija al lado.
Los rostros sonrientes
¡Pero es precisamente la lentitud lo que hace que esos momentos sean inolvidables! Recuerdo que le susurré a mi padre el día de la boda que fuera despacio para poder disfrutar de la emoción de aquellos pasos y para que no tropezara con el vestido. Hannah no necesitó dar esta recomendación, siguió el paso del padre con el rostro sonriente.
Giacomo ha perdido el uso del habla, pero se expresa escribiendo en la computadora
Gracias a la fuerza de voluntad de Giacomo y al compromiso de los fisioterapeutas del instituto (ingresado allí desde el 2012) que le hicieron practicar durante días, el ingeniero realizó su pequeño sueño. Debido a la enfermedad ha perdido el uso del habla, pero su mente sigue siendo brillante y le permite expresarse gracias a la computadora.
La carta al Papa Francisco
Hace algún tiempo escribió al Papa Francisco:
Los hijos son esenciales para mí, Santo Padre, es la fuerza que hace que me levante cada día y es lo que me mantiene vivo…cuando vienen a visitarme me siento muy feliz.
(dongnocchi.it)
Giacomo, además de Hannah, es el padre de Massimiliano, también residente en los Estados Unidos.
La respuesta de la Secretaría de Estado del Vaticano
Esta es la respuesta que le llegó desde la Secretaría de Estado del Vaticano:
El Papa Francisco ha leído atentamente la carta que ha recibido cortésmente de Ud. a través de la Reverenda Hermana Gabriella (…) Nuestro Dios no es un Dios ausente, es más bien un Dios «apasionado» por el hombre, tan tiernamente amoroso que no puede separarse de nosotros; Él camina con nosotros y no nos abandonará en el tiempo de prueba y oscuridad.
(Avvenire)
La emoción del personal del Instituto
Y el día de la boda de su «niña», el ingeniero Chiametti habrá sentido realmente con fuerza la presencia del Señor, quien realizó su primer milagro durante un banquete de bodas. Al igual que la de Hannah y Mario, a la que asistieron familiares y amigos de los cónyuges invitados y personal del Instituto.
Felicidad y emoción
La jefa del departamento, la Dra. Guya Devalle, la coordinadora de enfermería Daniela Giudici y los terapeutas Elisabetta, Luisa y Paolo nos cuentan:
Giacomo lo quiso con todas sus fuerzas, quería sorprender a su hija, que simplemente no lo esperaba. Nos preparamos y practicamos durante días. No fue fácil para él, pero lo logró. En su rostro se dibujaba el cansancio, pero en sus ojos leímos una felicidad que nos ha conmovido a todos…
(dongnocchi.it)
Una ceremonia sencilla y cálida
El rito en inglés fue celebrado por el padre René Manenti, párroco de Santa María del Carmine y misionero scalabriniano que vivió durante mucho tiempo en Nueva York. La liturgia fue animada por el coro «Aquiloni», formado por los familiares de los pacientes.
Un camino de renacimiento
Una ceremonia cálida, sencilla, llena de emoción, como nos cuenta Antonio Troisi, director de la entidad:
Solo tenemos que agradecer el gesto. Venimos de dos años difíciles, que hemos afrontado y superado gracias a la dedicación y sacrificio de muchos de nuestros trabajadores, su pasión por nuestro servicio a la vida y su cariño por todos los huéspedes y pacientes. Esta fiesta de bodas es significativa, porque leemos una señal más y un estímulo en el camino de renacimiento que hemos emprendido durante meses.
(ibíd.)
La esperanza en los ojos de un padre que sufre de ELA
El rostro luminoso del señor Giacomo me recordó increíblemente una frase que leí en el Hospital Universitario Agostino Gemelli de Roma:
El hospital puede ser un lugar de dolor, pero también de esperanza.
Y el rostro del señor Giacomo, su mirada, nos hablan de esta intrépida esperanza.
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