Según informan medios locales, desde hace semanas hay largas colas en toda la isla por la falta de gasolina y petróleo, que en algunos lugares llega a costar 500 pesos (unos 20 dólares) o más, cuando el sueldo mínimo es de alrededor de 100 dólares.
Además, el presidente Miguel Díaz-Canel, admitió recientemente que el gobierno cubano no sabe cómo se superará esta crisis.
En un hilo de Twitter compartido el 5 de mayo, el P. Fernández explicó las dificultades a las que se enfrenta por no poder echarle gasolina a su auto desde el pasado 18 de abril, lo que hace cada vez “más difícil poder dar Misa en los distintos pueblos que atiendo”.
Saludos y bendiciones:
Hoy quiero hacer una petición a todas las personas que puedan ayudarme.
Cada dia encuentro más difícil poder dar misa en los distintos pueblos que atiendo .
(continúa👇) pic.twitter.com/9p2etx1WWS
“Es cierto que haciendo días de cola pudiera conseguir algo de gasolina en La Habana pero, ¿entonces tengo que dejar mi parroquia 68 kms atrás para hacer colas de gasolina durante días y días? El carro se me ha convertido en un objeto museable”, explicó el presbítero cubano.
Tras relatar que mañana irá a La Habana con el auto y si no encuentra gasolina tendrá que dejarlo, el sacerdote precisó que tendría que usar transporte público, taxi, bicicleta mecánica o una bicicleta eléctrica.
“El transporte público no siempre me sirve y no es del todo seguro que las guaguas (buses) salgan. Cuando puedo lo uso. Los precios de los taxis están por las nubes (800-1000 MN por un viaje de 13 kms para dar misa en Aguacate y virar), es insostenible. Para emergencias sirve”, continuó.
El sacerdote destacó luego que “la bicicleta mecánica es una opción tan buena para deportistas como agotadora, y para la 2da misa de los domingos no me sirve pues no me daría tiempo llegar, y aunque me diera tiempo tendría que recorrer 40 kms en bicicleta (ir a Aguacate y después a Pipián y regresar a Madruga en un solo día). Lo siento pero no soy un ciclista profesional, ni es mi aspiración llegar a serlo”.
La cuarta opción, y la que ve más factible, es la bicicleta eléctrica, pero el P. Fernández no tiene dinero suficiente para adquirirla.
“Ahí es donde necesito la ayuda y colaboración de todos los que puedan ayudarme a lograr los alrededor de mil dólares para comprar una bicicleta eléctrica”, indicó.
“Gracias por su deseo de ayudar. Oremos por Cuba, para que cambien muchas cosas que tienen que cambiar ya”, concluyó el sacerdote.
Puede contactarse con el P. Fernández a través de su cuenta de Twitter https://twitter.com/kennyfd1985 y de Facebook https://www.facebook.com/PadreKennyFD
Publicar un comentario