En una entrevista concedida a Vatican News, el Cardenal Tagle recordó la importancia del nacimiento de Jesús como un momento de esperanza y renacimiento para toda la humanidad.
Al abordar la Navidad de este 2020 en medio a la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19, el Purpurado señaló “que probablemente, durante la primera Navidad, cuando nació Cristo, la situación no era ideal: Israel estaba en condiciones de vida muy difíciles y en medio de todo esto, nació el Hijo de Dios” por lo que añadió “creo que los problemas y sufrimientos de este año también nos ayudarán a centrarnos en el mensaje de esperanza de la Navidad”.
En esta línea, el Cardenal Tagle recordó que la Navidad es “Dios que viene entre nosotros. Nunca estaremos solos. Emmanuel: ¡Dios con nosotros!” y agregó que las “otras cosas que están con nosotros desaparecerán: las inversiones, los éxitos, los regalos, nuestro dinero... desaparecerán”.
“Todas estas cosas que hemos asociado con la Navidad pueden desaparecer. Pero Jesús que viene entre nosotros, Dios con nosotros, estará con nosotros para siempre. Esa es nuestra esperanza”, advirtió.
Además, el prefecto de la Congregación para la Evangelización de los pueblos subrayó “la creatividad de los cristianos de diferentes lugares y diferentes generaciones en la celebración de la Navidad; vas de un país a otro y ves la creatividad de los cristianos”.
En esta línea, el Cardenal Tagle indicó que “esta Navidad del 2020 en la pandemia nos llama a la solidaridad” por lo que agregó “espero que seamos creativos, que encontremos maneras, especialmente para recordar a nuestros hermanos y hermanas que tienen un amigo con el que pueden contar” por lo que invitó a realizar acciones concretas de solidaridad.
“Tal vez en lugar de ahorrar dinero para mí, ¿por qué no ahorrar dinero para mi vecino que no tiene nada? En lugar de tener un banquete sólo para mí y mi familia, ¿por qué no puedo pedir comida para alguien más también? Hay muchas, muchas maneras de que la gente entienda esto: tengo un hermano, tengo una hermana, tengo un amigo”, afirmó.
Asimismo, el Purpurado confió que para el próximo año desea “que la gente tenga la fuerza, la esperanza, la fe y la alegría de hacer más brillante el año nuevo” porque “no podemos esperar que los factores externos cambien las cosas, tal vez no cambien, pero podemos cambiar nuestras perspectivas y eso hará que el año nuevo sea más brillante: nuestra esperanza, nuestra solidaridad, nuestra alegría”.
Por último, al dirigirse a los enfermos de COVID-19, y recordar que él mismo fue positivo al coronavirus, el Cardenal Tagle envió un mensaje de cercanía y señaló “tienen un hermano en mí, alguien que conoce de manera especial la confusión interior, la angustia, el miedo” por lo que agregó: “me gustaría decirles a ellos, y a todos, que nos puede sorprender algo como esto: ¡no lo esperas! Y como dice el Evangelio: ‘No saben cuándo vendrá, cuándo vendrá el Señor, así que estén preparados’”.
“Espero que todos podamos vivir cada momento, cada día de nuestras vidas, en paz con Dios y en paz con nuestro prójimo. No pospongamos las buenas acciones que podríamos hacer ahora, pequeños gestos: un simple acto de bondad, un pequeño acto de justicia, una simple llamada de teléfono, una sonrisa, un recuerdo, porque puede que no tengamos otra oportunidad de hacerlo”, concluyó el Purpurado.
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