El borrador de la Ley para la Igualdad Plena y Efectiva de las Personas Trans, elaborado por el Ministerio de Igualdad del gobierno de España, prevé, a la espera de su redacción definitiva y aprobación en el Consejo de Ministros, permitir el cambio de sexo sin que exista un informe médico y sin necesidad de ningún tipo de prueba médica o psicológica a la persona que lo pide. El único requisito es la declaración expresa del solicitante.
Una vez aprobado por el Consejo de Ministros, la Ley debería ser aprobada en votación primero en el Congreso de los Diputados y luego en el Senado, para su entrada en vigor.
El borrador de la Ley establece que se podrá cambiar de sexo en el registro civil sin necesidad de permiso paterno a partir de los 16 años, solo tendrán que declarar una “identidad sentida” para pedir que se modifique su sexo en el registro civil. Para los menores de entre 12 y 16 años sí se exige el permiso paterno.
En definitiva, lo que la ley pretende imponer es lo que denomina la “autodeterminación de género”. Es decir, que “toda persona tiene derecho a construir para sí una autodefinición con respecto a su cuerpo, sexo, género, orientación sexual, identidad de género y expresión de género”, según se señala en el borrador.
Para ello, el borrador de la Ley permite el acceso gratuito a tratamientos hormonales, incluidos menores de edad, y operaciones de cambio de sexo. Todo ello, sin necesidad de informes médicos previos.
El proyecto también facilita el acceso libre a tratamientos de reproducción asistida.
Otras medidas que incluye son que los deportistas transexuales puedan elegir sin competien en la categoría masculina o femenina, y que un transexual condenado pueda elegir si es encerrado en una cárcel para hombres o mujeres.
El borrador de la Ley también promueve medidas en los ámbitos educativo, cultural y social, empezando por el lenguaje, pues por ejemplo sustituye el concepto de mujer por progenitor gestante o persona gestante, o persona con vagina.
Un grave error
El manifiesto, titulado “En Podemos también hay Feministas”, lo han firmado desde inscritos, militantes y cargos internos del partido hasta concejales y portavoces municipales.
En el texto se manifiesta la “profunda preocupación por la manera en que se está abordando la cuestión de la mal llamada ‘Ley Trans’ en el partido al que representamos y/o en el que militamos”.
Los firmantes denuncian que el texto se consensuó “con todas las organizaciones en defensa de las personas trans”, pero no se debatió en los órganos del partido ni con sus bases. Denuncian también que el partido impuso “una posición única e inamovible sobre la ‘Ley Trans’ que no es necesariamente coincidente con la de todo el partido ni con la de muchas de las mujeres”.
Los impulsores del manifiesto reclaman “un debate, público e interno, sobre las implicaciones de las políticas de autodeterminación de género, y que se tengan especialmente en cuenta las advertencias de profesionales de las distintas áreas de estudio y conocimiento implicadas en esta cuestión”.
Subrayan que se trata de “un grave error no tomar en consideración los efectos que leyes similares ya están teniendo en otros países de nuestro entorno, donde se empiezan ya a poner en cuestión, llegando en algunos casos a rectificarlas”.
Además, “tampoco entendemos la urgencia de la aprobación de esta Ley sin debate. Decir que ‘los derechos no se debaten’ es una forma de autoritarismo que no encaja con la idiosincrasia de ninguna organización democrática y que no podemos compartir ni permitir”.
Asimismo, se lamenta que mientras se impulsa esta Ley Trans, en Podemos se impide el debate sobre otros temas, como la prostitución, la compra-venta de bebés o la pornografía. “Esto evidencia que las prioridades señaladas por el Feminismo no lo son para nuestro partido, y que en su lugar se imponen ideas, conceptos y demandas diametralmente contrarios a los intereses de las mujeres”.
“Nos sorprende y nos sonroja el comportamiento, tanto por acción como por omisión, del Ministerio de Igualdad y de miembros de Podemos ante los ataques hacia mujeres que levantan su voz y expresan una opinión contraria a este borrador de Ley. Desde aquí nos solidarizamos con ellas y agradecemos enormemente su valentía y su compromiso”, dice el manifiesto.
Los firmantes del manifiesto realizan afirmaciones como que el sexo de la persona “constituye una realidad biológica observable y constatable que no podemos obviar ni retorcer”.
En ese sentido, se advierte que las teorías queer en las que se basa la Ley Trans “vienen a contradecir lo avalado por más de tres siglos de lucha feminista” y “no sólo no tienen nada que ver con los posicionamientos y objetivos de nuestra agenda, sino que frenan y debilitan nuestros avances poniendo en serio riesgo todo lo conseguido hasta ahora por nuestras antecesoras”.
“Tenemos claro que la irrupción de las teorías queer en nuestros espacios constituyen una clara maniobra de entrismo que pretende desarticular nuestra lucha, despolitizando y debilitando nuestra fuerza colectiva, haciendo del pensamiento mágico y del más puro individualismo sus armas para manipular la realidad a su antojo”.
Los responsables del manifiesto muestran, además, su preocupación por los efectos que la Ley Trans tendrá en los niños. “Tampoco podemos mirar hacia otro lado en cuanto a las implicaciones que el borrador de la “Ley Trans” tiene para la infancia. Es inadmisible disfrazar de protección el rotundo maltrato a la infancia que suponen los postulados sostenidos por la irracionalidad queer que se defienden en el documento presentado por el Ministerio de Igualdad y avalado por Podemos”.
“Orientar a las y los menores hacia procesos hormonales y quirúrgicos impidiendo el libre desarrollo de su personalidad, perpetuando los estereotipos sexistas, es algo que no podemos tolerar”, se asevera antes de concluir el manifiesto.
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