Se espera que Elsa llegue a las costas del sur de Haití con vientos de una velocidad superior a los 100 kilómetros por hora, afectando posiblemente a las localidades de Les Cayes y Jeremie.
Akim Kikonda, representante de CRS en Haití, dijo que “esta tormenta podría ser devastadora. La gente podría perder sus casas, sus cultivos e incluso sus vidas”.
“El empeoramiento de la deforestación ha hecho que estas comunidades costeras sean especialmente vulnerables a las tormentas. Incluso una tormenta más pequeña tiene el potencial de ser catastrófica”, advirtió.
CRS está preparado para evaluar los daños del paso de “Elsa” y asistir a las comunidades, que preparan sus casas para disminuir la destrucción.
Kikonda señaló que “las inundaciones y la pérdida de refugio son nuestras dos principales preocupaciones”.
La organización caritativa católica destacó en un comunicado que Haití, uno de los países más pobres de América, enfrenta ahora mismo “una emergencia de salud pública debido al COVID-19, así como el incremento significativo de la violencia por causa de las pandillas”.
Akim Kikonda señaló que “con los números de COVID-19 aumentando en las últimas semanas, y con la violencia de las pandillas haciendo la vida peligrosa, esta es la tormenta perfecta”
“Haití está realmente en crisis”, expresó.
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