Mons. Cordileone, de San Francisco, diócesis de origen de Pelosi (que pertenece al Partido Demócrata), criticó su postura sobre la Enmienda Hyde.
“Permítanme repetirlo: nadie puede pretender ser un católico devoto y aprobar el asesinato de una vida humana inocente, y mucho menos que el gobierno pague por ello”, dijo a CNA, la agencia en inglés del grupo ACI.
La Enmienda Hyde, que lleva el nombre del fallecido diputado Henry Hyde de Illinois, se promulgó por primera vez en 1976, tres años después de la decisión del Tribunal Supremo de los Estados Unidos de 1973 en el caso Roe contra Wade, que legalizó el aborto en todo el país. Posteriormente se añadieron excepciones a la política para los casos de violación, incesto o riesgo de mortalidad materna.
Como la enmienda no es una ley permanente, debe adjuntarse a los proyectos de ley de créditos individuales o no entrará en vigor.
En su declaración, Mons. Cordileone indicó que “el derecho a la vida es un derecho humano fundamental -el más fundamental- y los católicos no se oponen a los derechos humanos fundamentales”.
En su conferencia de prensa semanal en el Capitolio de los Estados Unidos, el pasado 22 de julio, Pelosi dijo que apoyaba la derogación de la Enmienda Hyde porque es “una cuestión de salud, de muchas mujeres en Estados Unidos, especialmente las que están en situaciones de bajos ingresos y en diferentes estados” y agregó que “es algo que ha sido una prioridad para muchos de nosotros durante mucho tiempo”.
Un proyecto de ley de gastos aprobado recientemente por el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes permitiría la financiación federal de abortos electivos en Medicaid. Excluye la Enmienda Hyde, una política federal desde 1976 que prohíbe la financiación de la mayoría de los abortos en Medicaid.
En la rueda de prensa, Pelosi resaltó su fe, diciendo que como “católica devota y madre de cinco hijos en seis años, siento que Dios nos bendijo a mi marido y a mí con nuestra hermosa familia, cinco hijos en seis años casi al día”.
Sin embargo, la política añadió que no se atrevería a tomar decisiones por otras mujeres, en lo que respecta a sus familias y al aborto.
Además, afirmó “no me corresponde a mí dictar que eso es lo que deben hacer otras personas, y [la financiación del aborto en Medicaid] es una cuestión de equidad y justicia para las mujeres más pobres de nuestro país”.
En respuesta a Mons. Cordileone señaló que “utilizar la cortina de humo del aborto como una cuestión de salud y justicia para las mujeres pobres es el epítome de la hipocresía: ¿Qué pasa con la salud del bebé que se mata? ¿Qué hay de dar a las mujeres pobres una opción real, para que se les apoye en la elección de la vida?”.
“Esto les daría equidad e igualdad a las mujeres con medios, que pueden permitirse traer un hijo al mundo. Son las personas de fe las que dirigen las clínicas de embarazos en crisis provida; son las únicas que ofrecen a las mujeres pobres alternativas vitales a la muerte de sus bebés en sus vientres”, afirmó.
En esta línea, Pelosi indicó "no puedo estar más orgullosa de mis compañeros católicos que se destacan en la prestación de este servicio vital. A ellos les digo: ¡ustedes son los únicos dignos de llamarse 'devotos católicos'!”.
El presidente Joe Biden no incluyó la Enmienda Hyde en su solicitud de presupuesto al Congreso para el año fiscal 2022. Los principales demócratas han empujado para poner fin a esta política en los últimos años.
El proyecto de ley de asignaciones de Trabajo, Salud y Servicios Humanos, Educación y Agencias Relacionadas salió recientemente del Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes sin el lenguaje de la enmienda.
Por su parte, la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos ha pedido a los legisladores que preserven la Enmienda Hyde y está haciendo circular una petición en apoyo de la política provida que actualmente cuenta con más de 130.000 firmas.
En enero, Pelosi dijo que los provida que votaron por el ex presidente Donald Trump por el tema del aborto le dieron “gran pena como católica”, y también defendió el uso de anticonceptivos.
Durante un podcast con la exsenadora y candidata presidencial demócrata en 2016, Hillary Clinton, Pelosi dijo que los provida que decidieron votar por Trump “estaban dispuestos a vender toda la democracia por ese único asunto”.
En una declaración posterior, el Arzobispo de San Francisco reiteró que “ningún católico en buena conciencia puede favorecer el aborto” y añadió que “nuestra tierra está empapada con la sangre de los inocentes, y esto debe terminar”.
Pelosi lleva mucho tiempo apoyando el aborto legal. En junio, dijo a un periodista “soy una gran defensora de Roe v. Wade. Soy madre de cinco hijos en seis años. Creo que tengo una posición en este tema, en cuanto a respetar el derecho de la mujer a elegir”.
En mayo, Pelosi dijo que estaba “encantada” con una carta del Vaticano a los obispos de Estados Unidos en la que se hablaba de la comunión para los políticos pro-abortistas. Afirmó que el Vaticano había dado instrucciones a los obispos para que no fueran “divisivos” en esta cuestión.
En respuesta, Mons. Cordileone señaló que el Vaticano en realidad promovía el “diálogo” entre los obispos y los políticos pro-aborto, “para ayudarles a entender el grave mal que están ayudando a perpetrar y acompañarlos a un cambio de corazón”.
“Me alegra saber que la presidenta de la Cámara de Representantes Pelosi ha dicho que está satisfecha con la carta”, dijo el Arzobispo quien concluyó que “la reacción positiva de la presidenta Pelosi” a la carta, señaló, “aumenta la esperanza de que se pueda avanzar en este gravísimo asunto”.
Traducido y adaptado por Mercedes De La Torre. Publicado originalmente en CNA
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