¿Se quiere callar a la Iglesia?
Lo acontecido en la madrugada del miércoles 24 de noviembre en la sede de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB)con un artefacto explosivo no es un hecho para nada menor.
Si bien las investigaciones aún permanecían en curso, el ministro de Gobierno, Carlos Eduardo del Castillo, declaró que se había identificado a dos mujeres que fueron las responsables de ocasionar la explosión.
«Están identificadas dos personas que habrían cometido estos delitos en La Paz, son dos personas de sexo femenino. No podemos dar mayores elementos para no perjudicar la investigación que sigue en curso», expresó durante un mensaje a la prensa.
Desde la propia CEB se emitió un mensaje en ese momento aclarando que los daños son reparables, pero también llamando al “respeto de la vida y al encuentro fraterno entre hermanos”.
No obstante, una percepción que crece entre los obispos y fieles de Bolivia, ante el aumento de agresiones en las últimas semanas, es que se busca callar a la Iglesia. Incluso, el propio presidente de la CEB, monseñor Aurelio Pesoa, hizo notar coincidencias cuando en 2009 un artefacto detonó en la residencia del fallecido cardenal Julio Terrazas.
“Pensamos que es un amedrentamiento para decir: ‘lo que deben hacer ustedes es callarse’. Ojalá no sea aquello (…) En 2009, el atentado al Cardenal fue para silenciarlo», indicó en entrevista con radio Fides.
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