El papa Francisco viene a las periferias, a las periferias de Europa, a las periferias de las comunidades cristianas
El papa Francisco se dispone a emprender su 35.º viaje apostólico al extranjero, que le conducirá primero a Chipre, del 2 al 4 de diciembre, y luego a Grecia, hasta el 6 de diciembre. En Chipre, tendrá ocasión de reunirse con refugiados y migrantes durante una oración ecuménica el 3 de diciembre en una iglesia de Nicosia.
El hermano franciscano Jerzy Kraj es el vicario patriarcal de Chipre dentro del Patriarcado latino de Jerusalén desde 2013. Es uno de los coordinadores de la visita del Papa a la isla. Hace confidencias a I.MEDIA una semana antes de la llegada del Pontífice argentino.
– El papa Francisco pasará dos días en Chipre. ¿Cuáles serán los momentos grandes de su visita?
El momento más importante de esta visita del papa Francisco será, sin duda, la misa en el estadio GSP de Nicosia. Se tratará de un gran momento que compartir en torno al Papa con todos los chipriotas. En este estadio, que es el más grande de Nicosia, tenemos 7.000 asientos listos para ser ocupados por los fieles. No hemos invitado solamente a católicos –latinos y maronitas–, sino a todos los chipriotas. Entre ellos, hay musulmanes que han aceptado la invitación. No supone un problema que se trate de una celebración católica.
Otro momento importante, en mi opinión, será la oración ecuménica con la presencia de migrantes y refugiados. Tendrá lugar el 3 de diciembre a las 16h con todos los representantes de las comunidades cristianas de la isla: ortodoxos, armenios, anglicanos, evangélicos, latinos y maronitas. Se tratará de la última celebración del papa Francisco en la isla.
En la iglesia, creo que habrá unas 150 personas, de las cuales unas sesenta serán migrantes. Estas personas son, en su mayoría, solicitantes de asilo, no necesariamente cristianos. Muchos vienen de África, de Argelia, Nigeria, el Congo o incluso Camerún. También los hay que vienen de Siria, así como también habrá filipinos y ceilandeses que trabajan aquí en Chipre. Son migrantes económicos que tienen visas regulares.
El Papa viene ante todo para escucharles. Dos personas vendrán a dar testimonio ante el Santo Padre.
– El papa Francisco pasará dos días en Chipre. ¿Cuáles serán los momentos grandes de su visita?
Estamos trabajando en este proceso. Esperamos que así sea, pero no tengo detalles concretos. Simbólicamente, el Papa podría traer a un grupo de refugiados para significar la apertura de los corredores humanitarios.
Eso permitiría recordar que hay que acudir a ayudar de forma concreta a los migrantes; este gesto sería un eco del hecho durante su anterior viaje a Grecia.
– ¿Podría tratarse de un grupo de una decena de refugiados?
Podrían ser más, quizás una treintena. Pero no tengo los detalles concretos sobre el número.
– ¿El viaje del papa Francisco puede calificarse también de “viaje ecuménico”?
Por supuesto. El papa Francisco viene a las periferias, a las periferias de Europa, a las periferias de las comunidades cristianas.
El 3 de diciembre tendrá lugar un encuentro con Su Beatitud Crisóstomo II, arzobispo ortodoxo de Chipre. Pronunciará un discurso en la catedral ortodoxa delante del Santo Sínodo. Habrá también una oración con los ortodoxos, señal de diálogo y de apertura.
El Papa viene para ver, para sembrar semillas para un entendimiento mutuo más grande entre cristianos.
– En Chipre, ¿el papa Francisco podría lanzar un mensaje por la unidad de la isla?
No creo que lo haga directamente, pero uno de los mensajes del Papa podría tratar sobre la búsqueda de diálogo y de entendimiento entre las personas. Como repite a menudo, podría lanzar un llamamiento a construir puentes y no muros y explicar que hay que reconocer la dignidad de cada uno.
Así mismo, podría animarnos a obrar para vivir en paz y armonía, en la estela de san Bernabé, símbolo de este viaje, cuyo nombre significa “hijo de consolación”.
– ¿Cuántos católicos viven en Chipre?
La comunidad católica en Chipre cuenta con dos grupos: los latinos y los maronitas. Según las estadísticas establecidas en 2011, hay unos 25.000 latinos y 5.000 maronitas. Las cifras sin duda han evolucionado, pero no creo que haya grandes cambios.
Un gran número de latinos son trabajadores venidos del extranjero, principalmente de Filipinas, de India, de Sri Lanka y luego también de algunos países europeos. Así que nuestra comunidad latina se compone de diferentes culturas, lenguas y procedencias. Es un elemento muy importante para nosotros.
En la parte del norte de la isla, también hay cristianos que viven en comunidad, sobre todo estudiantes y, principalmente, africanos. Ellos no tienen derecho a pasar la frontera porque llegaron a Chipre con un visado de la República Turca del Norte de Chipre. No pueden ir a Chipre para participar en nuestras celebraciones. Así que vamos cada domingo al norte para celebrar la misa en tres lugares diferentes. Allí se reúnen unos 500 fieles cada domingo.
– ¿Entonces algunos cristianos no tienen derecho a franquear la frontera del norte al sur?
Se trata de un problema relativo a los visados que no se han concedido, por razones políticas. Esto afecta a las personas que han llegado a través de esta región ubicada bajo la jurisdicción y la supervisión de la República Turca del Norte de Chipre.
Esto atañe sobre todo a estudiantes o a turistas. No reciben visados regulares para Chipre y no pueden cruzar la frontera. Algunos intentan hacerlo ilegalmente, pero no son aceptados.
Quienes están en el norte pero están registrados como ciudadanos chipriotas griegos pueden cruzar la frontera sin problema.
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