¿Y ahora quién podrá ayudarnos? La respuesta no se hizo esperar. Es que en la parroquia Nuestra Señora del Carmen se estaba viendo superada con respecto a la atención a las personas en situación de vulnerabilidad que llegaban al lugar.
Si bien la parroquia cuenta con el Albergue Padre Jesús Balmaceda, administrado por la Fundación Novo Milennio y con 23 personas beneficiadas, el contexto actual de demanda venía reclamando algo más.
El «albergue móvil» llegó al auxilio
Sin embargo, en medio de las necesidades, quien finalmente llegó al auxilio de la parroquia fue el famoso “albergue móvil” de Concepción.
“Nosotros no teníamos cómo tener familias o mujeres y el ‘albergue móvil’ llegó a suplir esa necesidad”, expresó la coordinadora del albergue de la parroquia y encargada de la caridad en el lugar, Pilar Durán.
“Cuando supimos que el albergue móvil estaba disponible y que podía ser para una parroquia, nosotros dijimos inmediatamente que fuese para la nuestra, ya que nos ayuda con la labor que estamos realizando”, agregó, tal cual reproduce un comunicado de la Iglesia de Concepción.
Pilar también consideró que la parroquia está inserta en una zona de mucha necesidad, algo que se hizo más notorio durante la pandemia. También destacó que tienen un gran número de adultos mayores en situación de calle.
La misericordia sobre ruedas
Detrás de este auxilio puntual se encuentra una iniciativa que en 2017 llegó de alegría a todos en Chile. Pero en especial a Concepción, en la región de Biobío. En ese momento era presentado como algo inédito: el «alberge móvil La Misericordia”. En este caso una propuesta para atender las necesidades básicas de las personas como la alimentación, aseo y alojamiento temporal. Para ello, un bus tuvo que ser acondicionado y transformado para que pudiera cumplir con esa misión.
“Nos hemos dado cuenta que hay un grupo de personas que no quieren irse a los albergues y perseveran en quedarse en la calle, lo cual, sin duda, es inhumano. Acogiendo el llamado de Jesucristo, el llamado del papa Francisco y el carisma de la Iglesia de Concepción, se ha pensado en habilitar un albergue móvil, que recorrerá distintos lugares para que estas personas puedan dormir y descansar de manera más digna; puedan ducharse y se sientan queridas y cuidadas”, expresó en ese momento el obispo de Concepción Fernando Chomalí, promotor de la iniciativa.
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