Lo que hizo Hernán Barcos (Alianza Lima, Perú) junto a su esposa, quienes le obsequiaron un departamento a la niñera que cuida de sus hijos, rápidamente se hizo viral y es aplaudido por todos
Cuidar a los niños mientras los padres están abocados a otras cuestiones es una tarea noble. En algunos casos recae sobre seres cercanos como abuelos, hermanos o tíos, entre otros. Sin dudas una actitud que también esconde generosidad y amor para con los beneficiados.
En otras ocasiones se trata de un empleo remunerado, pero no por ello menos elogiable. Pues la responsabilidad de estar día a día con los hijos de otras personas es algo que deja huella y también esconde cariño.
Todo esto es lo que de alguna manera motivó al jugador de origen argentino Hernán Barcos, actual campeón con Alianza Lima, quien junto a su esposa Giuli Cunha tuvo un gesto más que especial para con la niñera de sus hijos.
Sucedió previo a la final frente a Sporting Cristal y actualmente todos lo aplauden: le regaló nada más ni nada menos que un departamento a la mujer que cuida a los niños.
“Que seas muy feliz”
La encargada de hacer pública la gran noticia fue Giuli, quien a través de Instagram publicó el siguiente mensaje:
“Te quiero mucho. Gracias por ser tan cariñosa con nuestros hijos. Que seas muy feliz”. Lo hizo acompañado de una foto en la que aparecen ambas.
La respuesta no se hizo esperar y el “factor Dios” tampoco estuvo ausente.
“Muchas gracias por todo, señora. A usted y a su esposo, son los mejores jefes del mundo. Gracias por mi hermoso departamento, es un sueño hecho realidad. Muchas gracias, que dios (sic) los bendiga, los quiero muchísimo”.
En días en que aparecen innumerables gestos de astros futbolísticos, en algunos casos con actitudes nobles y en otros con cuestiones más vanas (y hasta ostentando en ocasiones poderío económico), lo que hizo Hernán junto a su esposa merece ser destacado.
Regalarle un departamento a la mujer que está día a día cuidando de los hijos no es algo de todos los días. Este futbolista lo hizo realidad, le cambió la vida a la niñera y la noble tarea del cuidado que requieren los más pequeños tuvo una recompensa extra.
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