La segunda vuelta electoral realizada el 19 de diciembre dio por ganador al izquierdista Gabriel Boric Font, candidato del partido Convergencia Social y que recibió el apoyo de otros partidos como el Frente Amplio y el Partido Comunista.
De un padrón cercano a los 15 millones de votantes en el país y el extranjero, fueron a votar cerca de 8 millones 270 mil personas. De estas, Boric obtuvo 55,87% de las preferencias, unos 4 millones 620 mil votos; frente a José Antonio Kast del Frente Social Cristiano, con 44,13% de sufragios, es decir unos 3 millones 649 mil votos.
El próximo presidente, con 36 años de edad, sucederá a Sebastián Piñera en marzo de 2022 y permanecerá hasta el 2026. En su programa de gobierno ha planteado la incorporación de una perspectiva feminista, la implementación de políticas como el “aborto legal, libre, seguro y gratuito” y modificaciones a la ley de identidad de género, entre otras.
Para llevar adelante su plan de gobierno, Gabriel Boric deberá negociar con un Senado compuesto por 50 integrantes en 2022, cuyas fuerzas políticas de derecha son levemente más altas que la izquierda.
En la Cámara Baja, el 44% de los 155 diputados pertenecen a partidos de derecha. El resto suman partidos de izquierda y otros partidos.
Mons. Chomali señaló el 20 de diciembre al diario El Mercurio que espera que Boric "reconozca el inmenso trabajo que hace la Iglesia y tantas otras instituciones".
Así también que valore "a la familia como el lugar donde las personas aprenden a crecer" como tales en una “irremplazable fuente de felicidad”.
En ese sentido, que "promueva decididamente al débil que se encuentra en el útero materno, en la cama de un hospital, en la frontera indocumentado, en la calle sin techo o con alguna discapacidad».
Mons. Chomali también alentó a Boric a promover el trabajo, "por ser un camino privilegiado para superar la pobreza que aqueja a tantos chilenos".
"Espero que dé ejemplo de probidad y genere todo cuanto sea necesario para terminar con la corrupción, el amiguismo y los cuoteos de toda índole por ser una fuente importante de injusticias”, agregó el Arzobispo.
“Que jamás avale bajo ninguna circunstancia la violencia bajo cualquier forma venga de donde venga".
"Espero, por último, que le vaya bien en su mandato presidencial”, concluyó Mons. Chomali.
A su turno, la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) recordó al presidente electo que el "país le ha expresado un voto de confianza y le encarga una gran misión, destinada a dirigir los destinos de nuestra patria como primera autoridad y primer servidor".
"Rogamos a Dios que le regale su sabiduría y su fuerza, la que sin duda necesitará", afirmó la CECh.
"La misión siempre es más grande que nuestras posibilidades y capacidades, pero confiamos que —con la colaboración de los ciudadanos, el trabajo de los diversos actores sociales y políticos, y la fuerza espiritual que viene de la fe y de las convicciones humanas más profundas— pueda enfrentar su tarea con generosidad, compromiso y prudencia".
Asimismo recordó que la Iglesia Católica en Chile "quiere seguir contribuyendo, desde su particular misión, a construir una humanidad más justa y fraterna, donde especialmente los pobres y los que sufren sean respetados en su dignidad".
"Cuente con nuestro apoyo y oración, y con el aporte de nuestra acción pastoral, que desarrollaremos siempre con el debido respeto al orden democrático de nuestra patria y a sus autoridades legítimamente elegidas", concluyó el mensaje.
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