Un punto por un lado, un punto por otro, uno por un lado… Rompemos con los clichés y constatamos que hacer ganchillo no es cosa de señoras mayores. Así lo demuestra la singular historia de Jonah Larson, un auténtico aficionado al croché. Este adolescente de 11 años que vive en Wisconsin (Estados Unidos), hace ganchillo desde que tiene 5 años gracias a su madre Jennifer, que puso en sus manos sus primeros utensilios.
Tapetes, manoplas, gorros, cordones, caminos de mesa, mantas y otras maravillas ya no son ningún secreto para Jonah. Maneja las agujas como otros driblan con una pelota. Su cuenta de Instagram, Jonah’s Hands, acumula ya casi 150.000 seguidores, más otras 30.000 personas que siguen su canal en YouTube.
Pero todo esto no lo hace Jonah solamente por puro placer. Este joven originario de Etiopía y adoptado por una familia de Estados Unidos vende ya sus creaciones por Internet. Gracias a los beneficios, hace donativos a su antiguo orfanato.
También ha lanzado una iniciativa de recaudación en línea que ya ha reunido más de 13.500 dólares para apoyar a Roots Ethiopia, una asociación sin ánimo de lucro que ayuda a escuelas rurales pobres y acompaña a mujeres etíopes para que puedan emprender iniciativas empresariales. ¿El sueño de Jonah? Viajar a su país de origen con la intención de transmitir su amor por el croché.
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