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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El nuevo Colegio Redemptoris Mater para la Evangelización en Asia, con sede en Macao, es “fruto de la creatividad apostólica que mira a la evangelización de ese continente y expresa el deseo de descentralización de la Congregación de Propaganda Fide”. Son las palabras del cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, en una entrevista con Fides. El cardenal recuerda que en la historia de la misión de la Iglesia “se han puesto en marcha muchas formas y métodos para el anuncio del Evangelio en Asia: el compromiso histórico de las grandes órdenes religiosas como los Jesuitas, los Dominicos y los Franciscanos; la actividad de muchos institutos misioneros específicos; el envío de sacerdotes fidei donum o la colaboración misionera interdiocesana; y las formas de cooperación misionera entre las iglesias de algunas naciones o entre metrópolis. Ahora el Espíritu Santo sugiere una nueva forma, que estamos listos para poner en marcha”.
Eminencia, ¿cuáles son las razones que llevaron a la Congregación a impulsar la apertura del nuevo Colegio?
Queríamos responder a la invitación de Juan Pablo II quien a comienzos del nuevo milenio dijo que Asia sería el vasto continente pendiente de ser evangelizado. Es un continente muy complejo, cuna de grandes religiones y sensibilidades culturales muy marcadas. El anuncio del Evangelio en Asia requiere de sus propias características, como un conocimiento profundo de diferentes contextos e idiomas. Sin embargo, la conciencia de esta complejidad no exime a los cristianos de hacer que la Buena Nueva esté viva y presente. El Evangelio es para todos, así Cristo nos lo dio, así lo anunciamos hoy.
La Congregación de Propaganda Fide, de acuerdo con la petición del Camino Neocatecumenal, quiso reflexionar sobre cómo hacer suyo este llamamiento a la evangelización de Asia. Quisiera recordarles que la idea de establecer el Colegio Urbano en 1627, por el Papa Urbano VIII, fue un precursora de este deseo. Con él se pretendía llevar a jóvenes de varios continentes a Roma para una formación teológica y espiritual adecuada y, habiendo adquirido una buena preparación, entonces enviarlos de nuevo a sus territorios de origen para dedicarse a la evangelización. El Colegio Urbano todavía existe hoy y ha estado funcionando durante cuatro siglos. El Papa Francisco ha retomado la intuición de Juan Pablo II señalando que la Iglesia está llamada a “salir”, a abrirse y no a mirarse a sí misma. Por lo tanto, pensamos que muchas instituciones católicas, también las que están a cargo de la educación y la educación, pueden establecerse en distintos continentes contribuyendo así a esta descentralización. Con este espíritu hemos querido crear un Colegio en Asia para la formación de sacerdotes destinados a Asia.
¿Puede explicar por qué se confió al Camino Neocatecumenal y por qué Macao fue elegida como sede?
El Camino Neocatecumenal ofreció su disponibilidad y se puso a disposición de la Congregación de Propaganda Fide, que tiene la responsabilidad legal directa del Colegio, su larga experiencia en la formación de futuros sacerdotes para la misión en Asia. Así nació el nuevo Colegio Redemptoris Mater, cuya naturaleza específica es la formación de sacerdotes misioneros que se ocuparán de la evangelización en los territorios de Asia.
Macao ha representado históricamente la “puerta” o el “puente” para la misión de la Iglesia en Oriente. En los siglos pasados ha sido centro cultural y religioso como territorio gobernado por la corona portuguesa. Su importancia es bien conocida como un centro de promoción de la evangelización en el Lejano Oriente. Misioneros extraordinarios como Matteo Ricci, Alessandro Valignano, Francisco Javier y muchos otros evangelizadores han pasado por esta “puerta” para entrar en la misión en Asia. Basta con decir que en 1576, recién erigida, la diócesis de Macao se extendió, al menos en papel y durante cierto tiempo, a China, Japón, el actual Vietnam y el archipiélago malayo, como se llamaba entonces. Macao se convirtió en un gran centro de formación misionera. Retomando estos antecedentes preguntamos al obispo local, Stephen Lee Bun Sang, si estaría dispuesto a albergar el nuevo Colegio y él, después de consultar a los sacerdotes de la diócesis, confirmó la disponibilidad de la diócesis.
Pero el Colegio, aunque tiene su sede en Macao, no depende del obispo local. Los nombramientos y la autoridad siguen siendo la prerrogativa directa de Propaganda Fide que, según el Concilio Vaticano II, tiene la tarea de promover la evangelización en el mundo. Es un primer paso en esta perspectiva de descentralización según al cual quizá el día de mañana puedan nacer otros Colegios de este tipo promovidos por la Congregación en otros continentes. Cabe señalar que nuestra Congregación ya tiene la responsabilidad del Colegio Urbano, que da recibe en Roma a 170 estudiantes de Asia y África. Y hay otros seminarios relacionados con Propaganda Fide en el mundo, como el Seminario de Vicariatos Apostólicos en Colombia o varios seminarios interdiocesanos en diferentes países. Hoy, el nuevo Colegio de Macao es el fruto de una iniciativa y una modalidad misionera especial que el Papa Francisco alentó y aprobó. Los futuros sacerdotes se convertirán en una valiosa ayuda pastoral para las Iglesias locales. No pertenecen a una fraternidad apostólica ni a un instituto religioso y al final de su viaje de formación, serán incardinados en las diversas diócesis de destino según las necesidades y peticiones de los obispos asiáticos. Y a partir de ahora podrán estudiar los idiomas y culturas locales de los países en los que, de acuerdo con las autoridades del Colegio, estarán destinados al servicio pastoral y apostólico.
¿Cuáles son tus deseos y esperanzas para la vida de este nuevo Colegio?
Nos complace promover una institución con nuevas características que responde al deseo y la visión misionera del Papa Francisco, que es un punto fundacional y calificador de su pontificado. Tenemos la intención de responder a la llamada de Cristo de anunciar el Evangelio hasta los confines de la tierra. En la historia de la misión de la Iglesia, se han puesto en marcha muchas formas y métodos para el anuncio del Evangelio en Asia: el compromiso histórico de las grandes órdenes religiosas como los Jesuitas, los Dominicos y los Franciscanos; la actividad de muchos institutos misioneros específicos; el envío de sacerdotes fidei donum o la colaboración misionera interdiocesana; y las formas de cooperación misionera entre las iglesias de algunas naciones o entre metrópolis. Ahora el Espíritu Santo sugiere una nueva forma, que estamos listos para poner en marcha. Confiamos este trabajo a las manos de María, Madre del Redentor, y de San José, Custodio de la Sagrada Familia de Nazaret. Y pedimos la intercesión de los santos y mártires que dieron sus vidas por la propagación del Evangelio en Asia.
(PA) (Agencia Fides 29/07/2019)
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