Que tenga ahora 83 años, melena color nieve y unas importantes bolsas bajos sus ardientes ojos no cambia nada: Alain Delon es y seguirá siendo, con sus casi 90 películas a la espalda, uno de los mitos del cine francés. ¿Acaso no recibió el pasado mayo la Palma de Oro de honor en el Festival de Cannes por su prestigiosa carrera? Según ha confesado él mismo, han sido las mujeres quienes le empujaron a hacer cine. Ha trabajado con las actrices más grandes (Simone Signoret, Claudia Cardinale, Catherine Deneuve, Ornella Muti, Lauren Bacall…), y cortejado a otras tantas, destacando entre ellas Romy Schneider, su pareja durante cuatro años.
Se le conocen aventuras con varias personalidades (la cantante Dalida, la actriz Anne Parillaud…) y relaciones más estables y duraderas con tres mujeres sucesivamente: Nathalie, su primera esposa y madre de su hijo Anthony; la comediante Mireille Darc, su compañera durante 15 años y luego fiel amiga y, por último, la modelo holandesa Rosalie, su segunda esposa y con la que tuvo dos hijos (Anouchka y Alain-Fabien), antes de separarse después de 14 años de vida común.
Sin embargo, hoy en día, que vive solo y ve flaquear sus fuerzas, Alain Delon solamente cuenta con una mujer en su vida: ¡la Virgen María! Una revelación sorprendente por parte de este seductor sempiterno, que confesó que le habría encantado interpretar el papel de Cristo. Cree mucho en el Hijo, pero no en el Padre… ¿Demasiado desencarnado para él? María, en cambio, tiene los pies muy en la tierra. ¿Será este el secreto de la atracción que ejerce sobre la estrella del cine? “Creo mucho [en María]. [Le] hablo mucho –aseguró en Figaro Magazine el pasado mayo–. Es mi tesoro, mi confidente. La mujer que más amo en el mundo”.
Ya en noviembre de 2018 habló en el programa de televisión Thé ou Café sobre su amor por la Virgen:
“Siento una pasión loca por María. Para mí es la mujer que representa más en el mundo, (…) la mujer que más me hace pensar del mundo y, seguramente, con la que converso más a menudo (…). Le hablo en mi casa, solo, y le digo lo que le tengo que decir”. Para gran sorpresa de la presentadora del programa, Catherine Ceylac, el actor se sacó entonces del bolsillo una figurita de María que siempre lleva consigo y manifestó, dándole un beso: “es más que una madre (…), me acompaña a todas partes”.
Los lectores asiduos de la revista Paris Match fueron quizás los únicos que no se sorprendieron por las declaraciones de Alain Delon. Y es que algunos meses antes ya había declarado en este semanal: “Me encanta todo lo que hizo [esta mujer]. Me aporta un alivio, me aporta una compañía que no tengo, ella siempre está ahí. Me escucha y me reconforta”. Una profesión de fe que resuena con fuerza mientras la conmovedora película de Thierry Demaizière y Alban Teurlai sobre Lourdes aborda la influencia de la Virgen sobre los corazones de nuestros contemporáneos, sea cual sea su origen.
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