Como siempre, los grandes jugadores se los quedan los clubes con mayor poder de compra y siempre son los mismos en Europa, los que llegan en las finales de la Champions League o la Copa de Campeones. Después vemos que hay clubes endeudados, con deudas a Hacienda y a la Seguridad Social, o incluso a sus mismos jugadores.
Entre los endeudados los hay clubes grandes, pequeños y medianos, y algunos están subvencionados por los ayuntamientos, las regiones o incluso por el Estado, con el fin de evitar la quiebra.
Los pagos a los jugadores son en “ficha” (fijo) y en “variable” (depende de los partidos que juegue y los trofeos que consiga el club, etc.). Los jugadores tienen los mejores asesores fiscales para pagar menos impuestos, y algunos asesores se equivocan completamente si tomamos nota de las multas millonarias a jugadores como Cristiano Ronaldo, Lionel Messi, y otros muchos. Algunos de ellos se han librado de la cárcel, por delito fiscal, por un pelo.
Cuando uno repasa todo esto, pienso: ¿esto es un deporte o un gran negocio, o una gran estafa económica? ¿Se puede mover tanto dinero en el deporte, aunque mueva masas? También pasa en otros deportes, como el baloncesto, el tenis, etc. En verano el deporte del fútbol no se practica, pero los representantes de los jugadores y los dirigentes de los clubes no paran día y noche. A veces se compra a un jugador para que no lo compre el equipo rival.
¿Qué cifra de dinero mueves los clubes en Europa? Varios miles de millones de euros. Solo en España, hasta el 19 de julio, el “mercado futbolístico” (no cerrado aún) había superado los 1.000 millones. En España, los clubes como el Real Madrid, el Barcelona, el Atlético de Madrid, el Sevilla, etc., han movido muchos jugadores.
Es el caso de Griezman que se ha ido al FC Barcelona por 120 millones de euros. Es el más caro, hasta ahora, al que hay que añadir para el club catalán De Jong (75 millones) y Neto (26 millones), entre otros. El Real Madrid se ha gastado hasta ahora algo más de 300 millones, con las adquisiciones de Hazard, la nueva estrella (100 millones) y Jovic (60 millones), entre otros.
En el resto de Europa están los equipos del Paris Saint Germain, Manchester City, Manchester United, Liverpool, Tottenham, Ajax, Bayern de Munich, Bayern Leverkusen, Inter de Milán, AC Milán, Roma y muchos otros. Parece que este año se han gastado, por lo general, menos dinero después de los gastos estratosféricos de los años anteriores.
¿Cuánto vale un jugador? Depende del rendimiento de la temporada anterior, del rendimiento en la Copa de América (si es americano) del favor que tenga en los medios de comunicación, especialmente la prensa deportiva, la radio y la televisión. En estos momentos hay dos jugadores cracks molestos con sus equipos, que son Neymar Jr, del París SG, y Felipe Coutinho del FC Barcelona, ambos brasileños. ¿Adónde van a ir a parar?
Pero hay también jugadas como la de Marc Cucurella, jugador formado en el FC Barcelona, que lo vendió al club vasco Eibar por dos millones, lo acaba de recomprar este mes el FC Barcelona por cuatro millones, y en dos semanas lo ha vendido de nuevo cedido al club madrileño de Getafe por seis millones. Todo un negocio.
Podríamos seguir hablando de jugadores traspasados a clubes importantes de gran Bretaña, Italia, Francia y Alemania, algunos procedentes de Brasil, Argentina, México y otros países de América.
Hoy, los jugadores más caros del mundo son: Mbappé, Neymar, Messi, Salah, Kane, Griezmann, De Bruyne, Hazard, Coutinho, Sterling, Dybala y Kanté, según diversos periódicos europeos. La lista anterior no sigue ningún orden.
Y volvemos a preguntarnos: ¿esto es un deporte o un gran negocio? Es las dos cosas:
1.- Tiene el favor y fervor de las masas y por lo tanto el favor de los grandes anunciantes que gastan muchos millones en publicidad.
2.- Es imprescindible dar espectáculo, y quien lo da son precisamente los jugadores más cotizados, los cracks, los fuera de serie cuyos fichajes mueven decenas y decenas de millones, porque no abundan en el “mercado”.
3.- Vista la velocidad con que se mueven los millones en esta época de fichajes y en diciembre, pero sobre todo en verano, es difícil distinguir el valor deportivo del interés empresarial.
4.- El cruce entre los resultados de fútbol y las apuestas ha llegado a incriminar penalmente a jugadores y directivos españoles de primera división acusados de amañar resultados.
5.- De este modo, si los resultados están amañados, se acabó con el deporte y todo se
convierte en dinero.
Publicar un comentario