En este año tan complicado, Aleteia ha sido una luz de esperanza. ¡Pero también nosotros necesitamos ayuda!
El mundo afronta la dolorosa prueba de la COVID-19. En muchos lugares han tenido que suspenderse las celebraciones litúrgicas en público. Muchos, entre nosotros, sufrimos en el cuerpo, en el corazón y en el alma.
Sin embargo, la redacción de Aleteia se mantiene en pie ante la tempestad: a través de su oferta editorial gratuita y de gran calidad, de manera diaria, Aleteia sigue ofreciendo a cada uno de ustedes la posibilidad de saciar su sed espiritual.
Con sus recursos de espiritualidad, artículos de profundización, testimonios llenos de inspiración…, Aleteia se ha convertido en irremplazable para millones de personas.
Nunca se habían conectado a nuestra página web tantos lectores como en este año (22 millones en el mes de abril).
Para alcanzar este resultado, los equipos de redacción de Aleteia no han ahorrado esfuerzos. Entregándose totalmente, en condiciones de trabajo sumamente difíciles, cada día nuestros periodistas profesionales les han permitido a ustedes saciar su sed de vida cristiana, ofrecer claves de lectura e inspiración para afrontar, como cristianos, los grandes cambios que estamos viviendo.
Queremos seguir dando esperanza al mundo
Queridos amigos, su generosidad, sus donativos, nos han permitido hasta ahora construir Aleteia, basados en el principio de la gratuidad. En estos tiempos difíciles, me veo en la obligación de dirigirme a ustedes con el corazón en el puño: la crisis actual nos plantea un nuevo desafío crucial.
En espera de que la situación regrese a la normalidad, tenemos que lograr que nuestros lectores puedan seguir accediendo a Aleteia de manera gratuita.¡Está en juego la vocación evangelizadora de Aleteia!
Para que Aleteia pueda seguir siendo de acceso gratuito es suficiente que 20 mil lectores (de los 20 millones de usuarios) se asuman el compromiso de ofrecer una contribución mensual por el servicio recibido a través de este enlace.
Pero si ustedes lo prefieren, pueden también ofrecer su donativo anual en esta misma dirección.
Al comenzar este Adviento, les deseo una feliz y santa preparación para la Navidad del Señor.
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