Según informa el diario La Nación, las cámaras de seguridad muestran que la profanación ocurrió a la 1:35 a.m., cuando algunas personas ingresaron y profanaron el Sagrario.
El copón y las hostias consagradas se encontraron en los tapetes ubicados al ingreso del templo, donde los fieles desinfectan sus pies antes de ingresar.
En un comunicado publicado en la página de Facebook de la diócesis, el Obispo expresó su repudio a los hechos vandálicos en la iglesia donde los desconocidos “forzaron la puerta del sagrario y sustrajeron el copón (vaso sagrado que contiene las hostias consagradas) y el viril (objeto sagrado que sostiene la hostia para la exposición solemne del Santísimo Sacramento), para después de arrojar por el suelo, en los tapetes de desinfección las hostias que contenía el copón, robarse este vaso sagrado junto al viril y la hostia consagrada para la exposición del Santísimo Sacramento”.
“No sé si este acto vandálico está motivado por el valor económico de los vasos sagrados. Esto no es lo que me preocupa de manera fundamental”, continuó.
“En nombre de la Iglesia Católica levanto esta voz de protesta y de condena al acto de profanación al templo y al sagrario, acto que hiere los sentimientos del pueblo católico de la Diócesis de Garzón y de la Iglesia universal, pues todos vemos atacado el misterio central de la fe cristiana: la Eucaristía, presencia de Dios entre nosotros y prolongación del misterio de la redención del hombre”.
El Obispo explicó que las autoridades ya han sido informadas de estos hechos y los alentó a realizar la investigación respectiva para esclarecer los motivos de la profanación, que es además “una violación gravísima de los derechos religiosos de los ciudadanos”.
“Cuando los derechos de Dios son pisoteados impunemente, los derechos del hombre corren peligro”, sentenció.
El Obispo indicó que la iglesia permanecerá cerrada durante 15 días, hasta el 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes en el que él presidirá una Misa de desagravio a las 3:00 p.m. que podrá seguirse en las redes sociales de la Diócesis de Garzón.
Mons. Duque recordó además que, según el canon 1367 del Código de Derecho Canónico, “el autor o los autores de esta profanación, por el mero hecho de haber realizado esta acción están excomulgados de la Iglesia, buscando con esto no tanto castigarlos sino su arrepentimiento”.
En efecto, el canon 1367 establece que “quien arroja por tierra las especies consagradas, o las lleva o retiene con una finalidad sacrílega, incurre en excomunión latae sententiae [automática] reservada a la Sede Apostólica”; el clérigo puede ser castigado además con otra pena, sin excluir la expulsión del estado clerical.
El Prelado precisó que esta disposición de la Iglesia “es una ocasión para que el delincuente considere la gravedad de su falta. Es importante saber que, por la gravedad de la falta, esta excomunión solo podrá levantada por el Santo Padre”.
En su reflexión de hoy publicada en Youtube, el párroco de la iglesia, P. Samuel Chávarro Collazos, dijo que el de ayer “fue un día muy triste por la profanación que hubo en el templo parroquial de Valvanera. Aunque al final del día aparecieron los objetos, sí hubo una profanación”.
El sacerdote dijo que la profanación, como comentó alguien más, es “un llamado a reflexionar. ¿Dónde fue tirado [el Santísimo]? Donde pisamos. Uno va a Misa y ¿cuántos comulgan? Uno que otro. Han pisoteado a Jesús. ¿Por qué no lo reciben? Porque viven en unión libre, en adulterio y no se preocupan por hacer la voluntad de Dios”.
“Hay que desagraviar este templo que ha sido vilmente profanado, así que los invito a la oración”, exhortó el sacerdote.
Publicar un comentario