El concurso se celebra desde hace 40 años, goza de prestigio mundial y ha sido celebrado en sedes importantes como el Campidoglio del Ayuntamiento de Roma, la UNESCO, la ONU, la Embajada de España ante la Santa Sede, el Instituto Cervantes en sus sedes de Roma y Nueva York y la sala gótica del Ayuntamiento de Colonia.
Este año el evento se desarrolló de forma virtual y presencial desde la Universidad Técnica Particular de Loja (Ecuador), Madrid y Roma, debido a las restricciones de reunión decretadas para evitar la expansión del COVID-19.
El premio es de “carácter ecuménico”, por ello durante estos años los ganadores han sido “poetas de distintas confesiones religiosas, demostrando la capacidad de la poesía mística para unir a las culturas y a las religiones”.
El P. Juan Antonio Ruiz Rodrigo, de Bolaños de Calatrava, Ciudad Real (España) obtuvo la victoria con su poemario “La voz de tu latido”, luego de competir con 278 poemarios de 29 países. Además de obtener el reconocimiento como ganador del concurso mundial, el P. Ruiz obtuvo 7 mil euros, la edición de la obra y una medalla conmemorativa.
“La obra ganadora, ‘La voz de tu latido’ es un libro de sonetos distribuidos hábilmente alrededor de la observancia de las horas canónicas, en donde cada composición es un jalón expresivo de la unión con Dios en la que el alma da cauce al dolor del amor. Es una poesía luminosa, que unge la conciencia del lector con celestial emoción”, señaló la fundación Fernando Rielo.
El P. Ruíz es Doctor en Sagradas Escrituras y profesor en la Universidad eclesiástica de S. Dámaso de Madrid. Fue nombrado recientemente Director del Instituto español bíblico y arqueológico de Jerusalén (Casa de Santiago) por la Conferencia Episcopal Española y por la Universidad Pontificia de Salamanca, y es autor de artículos y conferencias y ha recibido premios literarios en España.
El segundo puesto lo obtuvo Julio Estorino con la obra “El delirio del barro”, que “expresa líricamente la alegría vital de la presencia divina, abriendo inmensos horizontes ante la mirada sencilla del poeta”, agregaron los organizadores.
Entre los finalistas estuvo el P. Carlos Alberto Gonzáles Varela, de Santa Fe (Argentina), y otros laicos.
El presidente de la fundación Fernando Rielo, el P. Jesús Fernández Hernández, dijo que este premio “no es un premio de poesía propiamente dicha, ni siquiera un premio de poesía religiosa. Es, más bien, un certamen de poesía mística”.
El P. Hernández citó a su fundador y dijo que “la poesía se hace poema cuando los múltiples recursos de una lengua se ponen en función de las escogidas imágenes estéticas que evocan la verdad, la bondad y la belleza del llanto del amor”. Además, advirtió que si bien “el poeta es hijo de su tiempo”, este “no debe ser esclavo del mundanal ruido”
En palabras del fundador de 1999, el sacerdote explicó que “en la atmósfera de nuestro vivir contemporáneo” existe “una actitud antipoética, antiestética, que, aboliendo el profetismo e intentando destruir la sacralidad humana, vocifera con la maraña del desamor unos supuestos valores que, sin sentido, caminan a la deriva”.
“Se prefiere el olvido de Dios y la inmersión del espíritu, ocultando la exigencia de su generosidad y apertura a un prójimo débil e indigente”, subrayó.
En ese sentido, invitó a todas las personas en general “a recrear la naturaleza, la sociedad y el entorno familiar, profesional, religioso, cultural, estudiantil, por medio del arte del amor, cuya sustancia es el buen gusto”.
También se dirigió a “aquellos que poseen el don de la poesía” y los llamó a que “se dignen elevar a arte la voz orante del espíritu, que es ofrenda, servicio, testimonio y profecía, a imagen de Cristo que, con su vida, dedicó al Padre el mejor de los poemas: dar a todo ser humano sin distinción de edad, raza o condición, la potestad de ser hijo de Dios”.
Explicó que “esta filiación, expresión del agustiniano corazón inquieto, es lo que todos los poetas, que quieren serlo, cincelan con el dolor del amor, en el suceso cotidiano, para ser portadores de la gran poesía mística que requiere la paz, la fraternidad y la convivencia de nuestra sociedad contemporánea”.
El jurado estuvo conformado por el P. Fernández, Tomás Albaladejo Mayordomo, catedrático de Teoría de la Literatura y de Literatura Comparada de la Universidad Autónoma de Madrid; Santiago Acosta Aide, Rector de la Universidad Técnica Particular de Loja (Ecuador); David Gregory Murray, crítico literario; y el Dr. D. José López Sevillano, secretario permanente del Premio.
En el Comité de honor destacan el Arzobispo Metropolitano de Quito (Ecuador), Mons. Alfredo José Espinoza Mateus; los rectores de la Universidad Pontificia de Salamanca, la Universidad Pontificia Comillas y la Universidad Técnica Particular de Loja; el Director de la Universidad de la Mística, así como otros poetas, catedráticos y académicos reconocidos en el medio.
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