En una entrevista concedida a EWTN, el Cardenal Omella subrayó “la valentía y la humildad” para “seguir a Jesucristo y a proclamarlo sin miedo, sin miedo en medio del mundo, pero siempre como él lo hacía, con respeto, pero con valentía”.
“Ojalá los cristianos aprendamos esa pequeña lección, o gran lección, que nos ha dado en su vida el Papa Benedicto XVI, un hombre tímido, un hombre sencillo, pero de una valentía en proclamar el mensaje de Jesús sin miedo”, dijo el Purpurado.
Caridad y EsperanzaLuego, el Cardenal Juan José Omella recordó las encíclicas escritas por Benedicto XVI.
En primer lugar, Deus Caritas est (“Dios es Amor”) y señaló que “Dios no es un juez, sino que Dios es un Padre que nos ama” y añadió “dejémonos amar y, a la vez, él nos decía, amémonos como Él nos ama. Es un mensaje precioso”.
La segunda, Spe salvi (“En la esperanza hemos sido salvados”) el Purpurado reconoció que “estamos en medio de un mundo con muchas dificultades, tenemos dificultades en la familia, tenemos dificultades económicas, tenemos dificultades de paz” pero invitó a no tener miedo como Jesucristo invitó a los apóstoles.
“Y el Papa nos dijo eso también ‘no tengáis miedo’, porque guía la Iglesia y guía al mundo Jesucristo, y Él es el Salvador del mundo, no tengáis miedo en medio de las dificultades, vivid con esperanza”, afirmó.
Asimismo, el Cardenal Omella destacó que Benedicto XVI comenzó a escribir una encíclica sobre la fe, pero luego renunció, por lo que la terminó de redactar el Papa Francisco.
En esta línea, el Purpurado invitó a vivir la fe “en medio de un mundo que quiere separar a Dios, apartar a Dios del mundo y no podemos, porque venimos de Dios y a Él volvemos. Y la fe es esto. Avivar nuestra fe: ‘Señor aviva nuestra fe, yo creo, es pequeña mi fe, auméntala’”.
“Yo creo que esos tres recuerdos -fe, esperanza y caridad- pero sobre todo el amor y la esperanza que vienen de la fe, ojalá vivamos los cristianos como él nos enseñó”, advirtió.
Finalmente, al responder sobre la lucha de Joseph Ratzinger para erradicar los abusos en la Iglesia, el Cardenal Omella dijo que ojalá esto “no vuelva a suceder en la Iglesia porque eso sangra, hace sangrar a la Iglesia”.
De este modo, el Purpurado lanzó un llamado a “vivir el valor del respeto de la persona humana, sobre todo del más indefenso” y explicó que la dignidad humana nace gracias a que “Dios se encarnó para dignificar a cada ser humano, especialmente al más pequeño y al más pobre”.
“Que el Papa Benedicto XVI siga rezando, como hizo él -yo me retiro a mi monasterio pequeñito, el Mater Ecclesiae, aquí dentro del Vaticano- para dar un gran servicio a la Iglesia que es orar, orar por la Iglesia”.
En esta línea, el Cardenal Omella añadió “qué trabajo tan bonito, y los contemplativos que lo hacen y las personas y las familias que rezan están ayudando a la Iglesia a que fructifique el mensaje de Dios en toda la tierra”.
“Ojalá el Papa desde el Cielo nos ayude a vivir así, renovados interiormente, siendo apóstoles de la paz y del amor en medio del mundo”, concluyó.
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