Durante su discurso, el Santo Padre recordó al pueblo ucraniano, al que ha tenido presente en sus oraciones durante estos meses y mostró su disposición para apoyar “a las familias, los niños, los ancianos, los enfermos y las personas más frágiles”.
“Estoy con ustedes en la defensa de los derechos de los fieles de todas las comunidades religiosas, especialmente de los que sufren abusos y persecución. Estoy con ustedes en sus esfuerzos por ayudar a los presos y detenidos por motivos políticos”, dijo el Papa.
Asimismo, alentó los esfuerzos de los presentes “por restablecer el respeto de todos por los principios y normas del derecho internacional y los derechos humanos fundamentales”.
Para el Papa Francisco, es “una gracia de Dios que todas estas iniciativas se decidan y se lleven a cabo juntos, como hermanos. Se trata de un testimonio concreto de paz en un país que sufre la guerra”.
“Vuestra acción, llevada a cabo con tenacidad y valentía, prepara eficazmente el mañana, un mañana de paz, en el que por fin los intereses económicos y políticos que generan la guerra dejarán paso al bien común de los pueblos”, concluyó el Santo Padre.
Tras su encuentro con el Papa Francisco, su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, Arzobispo mayor de Kiev y jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, lamentó que la situación en Ucrania empeora, “las infraestructuras están destruidas y vivimos en la oscuridad”.
“Los líderes religiosos debemos educar para la paz, pero no hay paz sin verdad y justicia. Debemos curar muchas heridas y muchos corazones, porque es más fácil reconciliar ideas abstractas que corazones traspasados”, defendió.
Asimismo, explicó que durante días en Roma pudieron visitar a familias y niños refugiados ucranianos. “Hemos venido como espejo de la sociedad ucraniana, somos un país multiétnico y multirreligioso”, explicó.
“No sabemos cuándo acabará la guerra, pero la situación está empeorando”, lamentó. “Sólo hoy, más de veinte misiles rusos han impactado en Kiev. Las infraestructuras están destruidas y vivimos en la oscuridad”, dijo durante la rueda de prensa del 26 de enero en Roma.
“La guerra es siempre una derrota de la humanidad, es siempre un horror”, subrayó el arzobispo mayor de Kiev, “pero nos vemos obligados a la autodefensa, que en cualquier caso debe ser proporcional”.
Para alcanzar una paz en el país, pidió la retirada de Rusia de las fronteras internacionalmente reconocidas y la reconstrucción de lo destruido.
Por último, explicó que el Papa Francisco sigue la evolución de la guerra y busca el momento oportuno para visitar el país.
Mons. Mieczyslaw Mokrzycki, Arzobispo de Lviv, aseguró “apreciar mucho todo lo que el Papa y la Santa Sede hacen por Ucrania, especialmente después del 8 de diciembre del año pasado, cuando el Pontífice se emocionó al rezar ante la imagen de la Inmaculada Concepción en la Plaza de España”.
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